Diario de León
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La Educación es siempre actualidad —a menudo para su desgracia—. Es muy reciente lo que voy a comentar, y es poco conocido (por suerte), pero es señal inequívoca de que algo se cuece.

El hecho es que varios parlamentarios socialistas han presentado una proposición no de ley (PNL): «Que se promueva la educación emocional en el curriculum de todas las etapas educativas».

Ha sido como el petardazo de salida para toda una serie de fuegos de artificio del socialismo y el gobierno (que no son lo mismo), el caso es que han sacado una ristra de propuestas a cuál más «emocionante». Como si hubiesen visto estrellas magas en su dorado predio parlamentario, o descubierto el círculo cuadrado. ¡Cuánta ignorancia! ¡Cuánta estupidez!

Lo peor es que son campanas que suenen por muchos lados, incluso de sesudos profesionales, y van invadiendo la calle. Esos parlamentarios las han oído, les suenan a gloria politiquera y se han enganchado al carro de acémilas. Hasta aquí la estulticia.

Lo grave es que la nueva contrarreforma Lomloe, que es reforma reformada de la poli-reformada Logse, menciona hasta cinco veces «educación emocional»; o sea, que hasta cinco veces reconoce que la ley y lo que teníamos y tenemos en el sistema —mal llamado educativo—, ni era ni es educación, porque Educación o es también emocional o no es educación, esto es así.

Aquí y ahora les doy toda la razón, lo que tenemos no es Sistema Educativo, es sistema de enseñanza (en el mejor de los casos), el engaño está, por lo tanto, en la mismísima base, el nombre.

Como bien dice Fernando Savater, «vivimos en un momento en el que hay un énfasis político en sustituir lo racional por lo emocional». Con ello, según el mismo Savater, «se podría conseguir niños contentos pero idiotas»

Con las nuevas propuestas (PNL) pretenden ponerlo peor aún —es propio de su ignorancia—. Como bien dice Fernando Savater, «vivimos en un momento en el que hay un énfasis político en sustituir lo racional por lo emocional». Con ello, según el mismo Savater, «se podría conseguir niños contentos pero idiotas».

La Educación tiene como componente esencial, primario y básico, la emoción que produce el apego o vínculo, que se da originariamente en las primerísimas fases de la vida, con la persona o personas de referencia tras nacer, y se cultiva en la etapa educativa (0-6 años). Si no se dan esas bases, …ya pueden los señores diputados socialistas ir a dar clases de emoción en las escuelas.

La Educación, o sea, el complejo orden emocional que tiene su asiento en el mesencéfalo, se desarrolla muy especialmente entre los 0 y los 6 años de edad y es función parental-familiar porque ahí reside el apego y los vínculos esenciales de la persona. No se trata de una enseñanza conceptual sino de una nutrición afectuosa por contacto táctil y sensorial, y con esa nutrición, se da la imitación instintiva experiencial. Es evidente que nada tiene que ver con lo escolar, lo curricular y mucho menos con lo político. Señores socio-diputados, si Vds. se dejaron engañar por la Sra. Celaá, es su culpa y su ignorancia, por favor, ¡dejen a los niños en paz!

Lo que menos necesitan los niños en su etapa educativa (0-6 años), es escuela, curriculum o lecciones de emoción. Los niños para educarse necesitan ante todo y, sobre todo:

Muchos abrazos plenos de cariño en interacción y juego con padres y con personas de su apego y vínculos emocionales.

Un hombro para llorar y caras alegres para reír. Así expresan los niños las emociones sin conocerlas.

Sentir verbal y físicamente que son valiosos y queridos. Emoción pura.

Juego y exploración en libertad, en espacios familiares y en ambientes diversos, cuanto más naturales, mejor.

Sol, aire, naturaleza; mucha y variada naturaleza para fomentar el asombro, que es otro nutriente de las emociones.

Lo simple, natural, respetuoso y compasivo para humanizar el mundo emocional.

Aquello del personaje de Alejo Carpentier: «Palpó la piedra ansiosamente con el olfato y la vista metidos en el tacto». Los sentidos son las ventanas para muchas emociones.

Todo eso y mucho más, que no es escuela, es desarrollo humano, o sea, afectivo-emocional y que tiene sustento en el desarrollo físico como cimiento de todo desarrollo emocional, social y cognitivo. Por ello, es anterior, mucho más importante y totalmente necesario para una posterior escolaridad eficiente de la persona, que necesitará ampliar educación-formativa en los sistemas de enseñanza.

Sres. diputados socialistas y todos los demás, ustedes deben defender la Educación de los niños antes y durante la escolaridad. Para el antes, deberían plantear que necesitamos educadores altamente cualificados, los más cualificados de todo el espectro profesional. Se trata de las personas que acompañen, complementen y mejoren lo que los padres tienen como función primordial. Profesionales muy cualificados que acompañan a los padres, les sustituyen, les ayudan y corrigen si necesario; porque saben, dominan y entienden de educación infantil (no de escuela infantil). Carecemos de ellos, y son urgentemente necesarios. Hablamos de personas que dominan el amplio abanico de lo que es educar en la etapa específicamente educativa (0-6 años), más amplia, más compleja, más importante y más necesaria que la misma escuela. Como falta esa fundamentación educativa en muchos niños, hoy la escuela está limitada, desbordada, desnortada y bastante fracasada, como es bien sabido.

Todo debe ser empezado por el principio, la educación también, ¡elemental!

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