Diario de León

¿Empuje a León en la transición ecológica?

Publicado por
María Esther Badiola Guerra y Carlos Flecha Benavides, economista, especialista en cambio climático y veterinario
León

Creado:

Actualizado:

Hace unas semanas, el entonces candidato a la presidencia de los Estados Unidos, Joe Biden, empezaba uno de sus discursos citando a Ella Baker «ofrece luz al pueblo y el pueblo encontrará el camino» (Give people light, and they will find a way). Las palabras de esta mujer, líder en la lucha por los derechos civiles en Norteamérica, resonaban entonces con fuerza en el dramático momento que atraviesa el país estadounidense previo a las elecciones presidenciales. Un contexto marcado por las tensiones raciales, desigualdad social, crisis económica, crisis sanitaria, crispación y por una polarización y división ideológicas que ponen a prueba los límites de la convivencia pacífica entre sus habitantes.

Aun salvando las distancias con los Estados Unidos, en cierto modo, esta profunda desorientación y desesperanza evoca al momento de crisis que vive León desde hace años y que empujó a miles de leoneses a la calle el pasado 16 de febrero 2020. Iniciativas como la Mesa por León, entre otras, nacieron a raíz de esta manifestación.

Más que desigualdad o tensiones sociales, León clamaba por la falta de futuro, las limitadas oportunidades de empleo y el abandono institucional. Situación que lleva gestándose décadas y que la pandemia de la covid ha agudizado de forma trágica. Y resulta cuando menos paradójica. León reúne como pocas provincias, un formidable patrimonio cultural, gastronómico y un capital natural que, junto con el esfuerzo, la energía creativa y la tantas veces demostrada capacidad de los leoneses, debiera sentar las bases de su prosperidad.

Pero parecería que falta esa luz a la que aludía Baker para iluminar este momento tan oscuro. ¿Y si esa luz, ese empuje, fuera la transición ecológica?

La actual Comisión Europea, elegida a finales del 2019 y hasta el 2024, ha hecho del crecimiento sostenible su principal eje integrador de todas las políticas sectoriales futuras. Esta estrategia de desarrollo responde a la adopción ya en agosto 2019, de la visión a largo plazo Un planeta limpio para todos 2050 (Clean Planet for all), con la que la Unión Europea busca liderar la transición hacia una economía y sociedad climáticamente neutras en 2050 conforme al Acuerdo de París del 2015 de Naciones Unidas. La ciencia confirma, ya sin cuestionamiento alguno, que el calentamiento global es causado principalmente por la acción del hombre y en particular, por la combustión de combustibles fósiles. A medida que sube la temperatura media del planeta, mayor es la presión sobre el medioambiente y su biodiversidad, amenazando su capacidad de producción de alimentos y el suministro de agua, la salud pública e inclusión social y la estabilidad política a largo plazo. Es por ello que, empujada por el electorado europeo, la Comisión propuso a finales del 2019, una hoja de ruta hacia un crecimiento neutro en emisiones y socialmente inclusivo. Así, los nuevos vectores de crecimiento girarán en torno a (I) una mayor eficiencia energética; (II) mayor utilización de energías renovables; (III) movilidad sostenible; (IV) economía circular; (V) aprovechamiento de nuestra biodiversidad y de sus sumideros de carbono; (VI) inversión en la infraestructura y conectividad necesarias para un alto nivel de desarrollo; (VII) captura, almacenamiento e utilización de carbono y (VIII) digitalización e investigación y desarrollo.

La provincia de León parte de una posición privilegiada para liderar en España esta transformación ecológica y digital. Por un lado, porque León es un territorio que concentra un capital natural entre recursos, experiencia agrícola y ganadera y diversidad naturales que es en sí mismo, la piedra angular para la transición ecológica y ese crecimiento sostenible. Por otro lado, el abandono de la minería del carbón en el pasado reciente y de toda una política industrial vinculada a su explotación, ha pesado de manera desproporcionada sobre la provincia, deteriorando su base socioeconómica y las oportunidades de empleo de calidad. Así lo reconoce la Unión Europea (UE) al señalar a la provincia de León específicamente, como potencial beneficiaria del propuesto Fondo de Transición Justa.

Una estrategia de crecimiento para la provincia de León sobre estos pilares sería sin duda, perfecta candidata para acceder a parte de las ayudas europeas aprobadas en reunión extraordinaria del Consejo Europeo el pasado mes de julio 2020 y que tanto debate nacional están generando. En principio y a falta de ultimar la regulación de las ayudas, el presupuesto comunitario prevé que al menos un 30% se destinen a proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático. Además, todo el gasto de la UE debe ser coherente con los objetivos del Acuerdo de París y con el principio de «no ocasionar daños» al medioambiente o contra la lucha frente al cambio climático del Pacto Verde Europeo.

El momento de actuar es ahora. Hay poco que perder y mucho que ganar. La necesidad y la oportunidad son ciertas, hágase entonces de esa necesidad virtud.

Los fondos de recuperación tras la crisis del coronavirus estarán disponibles a partir del 2021. No hay tiempo que perder. Tan necesario es definir ya los ejes en los que se quiere actuar —sean protección de bosques y explotación de recursos forestales, sea movilidad sostenible, sean programas de energías renovables, de eficiencia energética, generación de hidrógeno, sea agricultura sostenible, mejoras en la cadena de valor ganadera, recuperación de recursos a través del tratamiento de residuos, innovación, soluciones digitales…— como las infraestructuras necesarias o los mecanismos de apoyo a emprendedores que permitan crear el entorno empresarial idóneo para atraer inversión.

El éxito de esta misión dependerá no sólo de la capacidad de ejecución, sino también de la voluntad de todos para que, ideologías aparte, tanto empresarios como sindicatos, administración pública, dirigentes y directivos, partidos políticos, ONGs, ciudadanos, universidad y demás colectivos económicos y sociales, hagan suyo un proyecto transversal, ilusionante y de futuro. Y coordinados, desarrollar y ejecutar un ambicioso plan provincial territorial plurianual y multidimensional para aprovechar este momento único y extraordinario que presentan los recursos financieros europeos, nacionales y locales hacia una reconstrucción sostenible impulsada por el Pacto Verde Europeo. De nuevo, no hay tiempo que perder.

tracking