Diario de León
Publicado por
Matías González, sociólogo
León

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La dramática encrucijada a la que nos ha conducido la política daltónica de nuestros dirigentes de la Unión Europea es verdaderamente esquizofrénica. Lo que revela a la larga su total incompetencia y la calamidad que aguarda inexorable al edificio entero del espejismo euro.

Durante los diez años posteriores al colapso de la URSS, Europa fue incapaz de aprovechar la debilidad de Moscú para acercar a Rusia a Europa. Y se contentó con dejarla a merced de sus oligarquías mafiosas en torno al actual dictador a cambio de recibir energía barata por los gasoducto ahora cerrados. Ese trato ignominioso, obra nefasta del ex canciller Schroeder, el amigo íntimo del señor Putin, con la complicidad del corrupto Chirac, es el que ahora pagamos con dolorosas creces. Porque en veinte años el tirano de Moscú ha fortalecido su poder y con la ayuda de los que el pistolero de Tejas. Bush júnior, llamó «los ejes del mal» ha tejido un entramado que acabará por estrangular a Europa y a su sueño miope de Unión comercial pero no política. Y ahora, al buscar la anexión de los territorios que formaron parte de la Rusia zarista se desata el terrible dilema.

Sancionamos a las empresarios rusos que tienen negocios en Europa. Prohibimos a nuestras empresas que hagan negocios en Rusia pero compramos como nunca su gas a precios nunca vistos. O sea estamos pagando los contribuyentes europeos la maquinaria bélica que causa estragos en esta guerra maldita. Y pagaremos, también, cuando acabe y haya que pagar la reconstrucción del país. El Gobierno de España se declara enemigo del agresor ruso pero compra el 70% del gas a Moscú con lo que está financiando la guerra que censura. Si esto no es esquizoide, ¿qué es? La Unión europea, en conjunto, es la víctima inexorable de esta guerra que nos lleva sin remedio al declive. Con razón los ingleses se separaron de nosotros porque han olido la chamusquina. Porque nadie se engañe, cuando las ascuas finales de esta hoguera consentida por la socialdemocracia europea se apaguen, el malestar social será tan grande que el edificio colapsará con el auge de los partidos antieuropeos que enseñan la patita desde hace años.

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