Diario de León

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Somos como somos y será muy difícil que nos cambien. Qué más quisiéramos. Pero no, nos ha tocado bailar con la más fea y el remedio que tenemos, por ahora es agua y ajo, ustedes me entienden. Al menos intentemos que no se olvide.

También empresa difícil. Se trata de sobrevivir en medio de este tsunami que vive nuestro país y que Dios sabe cuando terminará. En caso de que termine.

Resulta que el Sr. Griñán, exvicepresidente de la Junta de Andalucía y protagonista importante del tristemente caso ERE de Andalucía, el mayor caso de corrupción de la democracia española fue condenado a entrar en la cárcel en su última comparecencia en los juzgados.

Entonces el Sr. Griñán esgrimió el triste argumento de que padecía cáncer. Los mecanismos del poder, conocedores de la noticia fueron retrasando la entrada en prisión del Sr. Griñán y hemos llegado hasta aquí. Vaya tela. ¿Qué les decimos a los hombres y mujeres que sufriendo esa misma enfermedad están cumpliendo su condena privados de libertad, o sea en la cárcel? ¿Pero no era la justicia igual para todos?

No seré yo quien fuerce la máquina para que este político deba ingresar en prisión lo más rápido posible. Lo que sí quiero es denunciar la anomalía, unos si y otros no. Pero debemos ser coherentes. ¿Cuántos enfermos de cáncer están privados de libertad y cumpliendo pena en prisión, donde siguen un tratamiento médico para su enfermedad? Pues muchos. Entones, ¿qué le hace al Sr. Griñán diferente para que evite la cárcel por padecer esa enfermedad?

¿Fue el Sr. Griñán un político que miró hacia otro lado cuando, en su entorno, controlable, se estaba produciendo un episodio grave de corrupción, nunca conocido antes en nuestro país? Así fue.

Y así lo consignaron los jueces y emitieron su sentencia que, hoy en día, no se ha cumplido y vaya usted a saber si se cumplirá.

Es muy difícil que, con episodios como el del Sr. Griñán el ciudadano crea en la justicia justa que tenemos en España. Pocas pruebas muestra nuestro gobierno para defender que la justicia es igual para todos. No es así, por muchas declaraciones de los ministros queriendo defender lo que no puede defenderse.

Hemos, además, vivido una huelga de letrados que piden más medios para hacer bien su trabajo y mejores salarios. Se ha publicado que más de 200.000 (doscientos mil) juicios fueron paralizados por no disponer de esas peticiones. Era una huelga que parecía no tener fin hasta esta misma semana. Todo esto ha sido un muy mala noticia.

De modo que no es una utopía pensar que nuestra justicia debe actualizarse y ponerse a juzgar la infinidad de casos que están en espera. Y aumentando.

Claro que, si en vez de un exvicepresidente socialista fuera un exvicepresidente del PP, convendremos que la situación sería totalmente distinta. Eso es así. Aunque el ministro Bolaños con esa falsa ironía que le caracteriza intente reírse del PP. No se descarta que la razón de por qué no ingresa en prisión el sr. Griñán, sea el PP. Sino ha dicho esto el ministro Bolaños, en algún momento lo dirá. Menudo es él.

En definitiva, no es extraño que le gente, el ciudadano, esté cansado de tanto episodio donde él siempre sale perdiendo. Muy buenas palabras del gobierno, pero siempre pierden los mismos.

Estamos en precampaña electoral y los acontecimientos se van a ir sucediendo sin descanso alguno, lo cual quiere decir que seremos testigos de mentiras, insultos, trapicheos y demás festejos, que van a calentar a los votantes para llegar al 28 de mayo con la mayor claridad posible para ejercer el voto.

Tenemos políticos ejemplares. Tururú.

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