Diario de León

No más deuda pública en la comarca de Astorga

Publicado por
José Luis Nieto Martínez
León

Creado:

Actualizado:

El señor alcalde de Astorga nos vuelve a traer una modificación de crédito número 15/2022 financiada con préstamo. En un momento donde todos los indicadores están apuntando a que la economía española no está exenta de riesgo por su nivel desorbitado de inflación, y precisamente la semana pasada vimos cómo la bajada de los precios de los metales se suma a las diferentes señales que apuntan a un retroceso de las diferentes economías occidentales.

Aquí, en esta ciudad, la deuda en este Ayuntamiento desde el principio del mandato no ha hecho más que incrementarse y por desgracia no para invertir en nuestra economía local y desarrollar negocios y empresas, sino al revés, se invierte en edificios que luego habrá que mantener con cada vez menos población y menos actividad económica para poder costear su mantenimiento.

La economía local se ha resentido en los últimos años por el lastre de la despoblación, ahora incrementado por la pandemia que hemos sufrido. Son muchísimos los negocios que se han cerrado al jubilarse sus dueños, otros que cierran porque no pueden subsistir y pese a todo esto el equipo de gobierno en este mandato no nos ha presentado un paquete de medidas económicas para paliar estos efectos devastadores para esta ciudad.

Se nos pide que apoyemos el solicitar más crédito, es decir, más deudas, que hemos de pagar todos los habitantes de esta ciudad para el próximo mandato, pero no se nos trae ningún proyecto como el que proponía Izquierda Unida cuando estaba en la oposición para desarrollar un polo logístico que haga pensar que algún día podemos ser un motor de desarrollo económico y que nuestra gente no tenga que seguir emigrando para buscarse un futuro mejor.

España sufre la mayor crisis inflacionista en cuatro décadas, con mayor intensidad que otros países vecinos y se encamina hacia el escenario más adverso que dibujó hace apenas un mes el banco de España. Casi todos los indicadores que podían mejorar han ido a peor, la única excepción es el mercado laboral, cuyo avance se ha ido ralentizando y donde el empleo precario se está revistiendo como indefinido gracias a los nuevos contratos fijos discontinuos.

La cesta de la compra de alimentos y bebidas es una de las partidas que más se ha encarecido en el último año.

La organización de consumidores y usuarios OCU ha informado de que los productos del carrito del supermercado han subido de media en el último año un 15,2%. Los productos que más suben según el informe de la OCU son el aceite de girasol (118%), las magdalenas (75,4%), la margarina (75,2%), los plátanos (63,6%), la pasta (59,9%), el aceite de oliva virgen suave (52,6%), la harina de trigo (49,7%), los huevos (45,9%) y la mayonesa (42,9%%).

El riesgo de que la recuperación se retrase ha devenido en temor a una recesión en toda regla a finales de este año o principios del 23.

«Son muchísimos los negocios que se han cerrado y, pese a todo esto, el equipo de gobierno no nos ha presentado un paquete de medidas económicas para paliar estos efectos devastadores»

Los síntomas de crisis, por mucho que le duela al siempre optimista presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, proceden del exterior. El Banco de España dibuja el escenario más factible para la economía española en los próximos meses y enumera cuatro previsiones que se han ido torciendo en las últimas semanas, la primera de ellas es la intensidad de los efectos indirectos y de segunda vuelta sobre la inflación, dado que en junio en vez de retroceder pasó la barrera del doble dígito 10,2%, junto con la inflación avanzan desfavorablemente las otras tres fuentes de incertidumbre identificadas: como la duración e intensidad del conflicto bélico en Ucrania, la evolución de las condiciones financieras y la ejecución e impacto macroeconómico de los fondos europeos .

Su deriva, por tanto, no está en manos del Gobierno, pero sí la capacidad para tomar medidas que amortigüen el golpe y es lo mismo que está pasando en nuestra ciudad, no podemos ir a endeudarnos cada vez más, porque necesitaremos ese dinero para desarrollar económicamente la ciudad y no dejar un lastre para la siguiente corporación en una cantidad de edificios que hay que mantener y hay que contratar más empleados públicos con el coste que ello conlleva, para una ciudad mermada tanto poblacional como económicamente y que presenta una tasa económica cada vez más baja.

No es posible ignorar que, al día de hoy, nuestro equipo de gobierno no ha pagado las ayudas a las familias astorganas por la compra de libros y material escolar después de un año, como tampoco se puede ignorar que no tenemos monitores suficientes para que nuestros niños que están en la ludoteca puedan ir a la piscina…

Son solo dos ejemplos de cómo el equipo de gobierno socialista no está gestionando adecuadamente los recursos públicos, dando prioridad a edificios que no la tienen, ignorando la realidades sociales y económicas que viven nuestros vecinos. Se quejan los empleados municipales que trabajan en el cementerio o en jardines de que no tienen personal suficiente para atender las necesidades que presenta la ciudad, mientras tanto el equipo de gobierno contrata más ordenanzas y más administrativos, olvidándose de aquellas áreas más necesitadas de personal.

Todo esto parece una paradoja pero es la realidad que estamos viviendo en nuestra ciudad y desde luego el grupo político del Partido Popular no está dispuesto a apoyar la petición de más créditos que no generan ninguna actividad económica y que no repercuten en el desarrollo económico de la ciudad.

El panorama, señor alcalde, que se presenta en este país y, por ende, en esta ciudad exige medidas de choque que hagan ver a nuestros ciudadanos la complejidad de esta situación económica que se nos viene encima.

Los mensajes sobre el futuro inmediato de la situación económica en España con avisos como el del economista Santiago Niño, que augura que estamos ante el último verano porque a partir del otoño llega una caída en la economía española, parece que no gustan al secretario general de UGT, Pepe Álvarez. El líder de UGT se refería a mensajes agoreros como al lanzado en la cadena Ser por el catedrático de Estructura Económica de España Santiago Niño: «La gente no lo quiere pensar, pero estamos ante el último verano». Ante esto, el líder de la UGT hizo un llamamiento a obviar los mensajes pesimistas y disfrutar del verano: «Que se vayan a hacer puñetas, vamos a disfrutar del verano porque es nuestro, nos lo hemos ganado, que no nos quiten lo que hemos ganado».

«Quieren vivir el momento porque saben que esto, de alguna forma, es un final y lo que viene después será muy complicado, se sabe que a partir de septiembre hay un declive». Con el mayor IPC en 37 años que eleva el precio de los combustibles, los suministros, la cesta de la compra… Las previsiones económicas de Santiago señalan «que hasta otoño no empezaremos a ver que la inflación desciende suavemente».

No podemos ni debemos seguir la soflamas del señor Pepe Álvarez o de los posados happy para Instagram de la ministra Irene Montero en Times Square como si no pasara nada.

tracking