Diario de León

Mesa de la comedia… o misa de difuntos

Publicado por
Tomás Álvarez, escritor y periodista
León

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Confieso que a la hora de analizar el show montado con la llamada Mesa por León, busqué un título para reflejar la síntesis del acto y sigo sin decidirme por ninguno; por eso propongo dos, para que sea el lector quien elija el que mejor considere.

En la percepción de un evento puede haber una perspectiva negativa y otra positiva (botella medio llena/botella medio vacía). La síntesis negativa del encuentro sería esta: han montado una mesa para sepultar la voz reivindicativa de León (Misa de difuntos). Pero siempre prefiero optar por la visión positiva y en este sentido nadie podrá negar que este happening ha sido una excelente farsa, una monumental tomadura de pelo al medio millón (cada vez más escaso) de leoneses; una excelente comedia (Mesa de la comedia) magistralmente interpretada, en la que quienes más se han reído, han sido los actores. Los demás, la generalidad de espectadores leoneses, seguimos con hambre de justicia y sed de unos derechos que al resto de los españoles no se les niegan.

Todos los que habitamos esta tierra estamos de acuerdo en que León, desde que depende de un gobierno autonómico y unas Cortes ubicados en otra región, no ha cesado de hundirse económica, demográfica e institucionalmente. Si alguien tuviese una duda de esto sólo tiene que abrir los ojos, mirar a su entorno u ojear las estadísticas. Y si quiere, puede hacer una comparativa. Verá que si en 1975 León y Valladolid estaban virtualmente empatados en Producción Neta (puestos 25 y 23, respectivamente en el contexto español) en la actualidad el PIB provincial vallisoletano es un 40 por ciento superior al leonés.

También debemos estar de acuerdo en otro dato importante: estamos gobernados desde otra región. El estatuto autonómico dice que esta Comunidad autónoma comprende dos territorios históricos… pero las instituciones que legislan y administran los presupuestos están fuera de la Región Leonesa.

León se manifestó masivamente contra el abandono, la despoblación y el injusto tratamiento que está recibiendo

¿Se imaginan ustedes que la gestión política, económica y parlamentaria de Aragón se realizara desde Cataluña, o viceversa?

No es una comparación baladí. El caso de Cataluña y Aragón es similar al nuestro. Aragón y Cataluña fueron en origen el núcleo de la llamada Corona Aragonesa, lo mismo que los territorios leoneses y Castilla fueron el núcleo de la otra gran Corona hispana. Pero a la hora de reordenar territorialmente España, todos los reinos tuvieron autonomía, menos León, que ha quedado postrado, en una situación semicolonial.

Una mesa colonial: Ese aire de mesa colonial se pudo ver en este encuentro en León, donde sobraban representantes vallisoletanos y faltaban representantes de León y —sobre todo— del Estado Español.

León se ha desangrado económica y demográficamente para la construcción de la España moderna. Los beneficios de los sectores productivos leoneses se canalizaron hacia las instituciones financieras estatales y no hubo reinversión… y cuando llegó el sistema autonómico León quedó castigado a la calidad de territorio administrado desde la región vecina, y por ello los fondos estatales «nos los administran»… y no llegan.

Una mesa política: Ahora se ha creado una Mesa por León que dicen que «no es política». Esto me recuerda una frase muy conocida del dictador Francisco Franco, cuando sugería a Sabino Alonso, director del diario falangista Arriba , «haga como yo, no se meta en política».

Esa mesa no es económica. Es una mesa política urdida —tras la reciente manifestación masiva— para calmar la demanda social de los leoneses, que exigen los mismos derechos que tienen los restantes pueblos de España: el derecho a un desarrollo económico y al reconocimiento de un patrimonio histórico y a ser gobernados desde su propia región. Lo saben perfectamente quienes se reunieron para debatir la nada.

León se manifestó masivamente contra el abandono, la despoblación y el injusto tratamiento que está recibiendo. Eso lo saben todos los leoneses; no hacen falta que desde la Junta se nos expliquen las razones del movimiento social y se trate de acallar una demanda democrática.

La solución no son parches urdidos por los negacionistas de lo leonés, sino una autonomía propia que gestione el 100 por 100 del presupuesto destinado a León. Una vez llegado ese punto, habrá crecimiento económico.

Y —sobre todo— para abordar los problemas de León hace falta una visión integral del problema, una visión en la que esté representada España a través de los ministros del Gobierno español, no a través de la administración autonómica que ha conducido al territorio al hundimiento económico, demográfico e institucional.

León no merece escarnios.

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