Diario de León

Hay mucho dinero buscando destino

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Así es, hay cantidades ingentes de dinero buscando destino y me refiero a dinero privado, ya que de los 27.000 millones de euros que el Gobierno esperaba de Europa para el año en curso, estamos pendientes todavía de recibir los 9.000 primeros. A este paso los fondos Next Generation EU, van a hacer honor a su nombre y los verá la siguiente generación, si es que, como sostiene Goldman Sachs, no están en peligro debido a nuestra inestabilidad política y deriva económica poco ortodoxa.

Hace poco reflexionaba en estas páginas acerca del enorme stock de ahorro acumulado por prevención o por la imposibilidad de gastarlo debido a la pandemia lo que ha llevado a cifras inéditas de depósitos bancarios y dado que la remuneración de los mismos es inexistente se dispara la búsqueda de alternativas que puedan producir rendimientos más o menos estables y predecibles a lo largo del ciclo económico. También se observa que un ligero cambio de perfil de riesgo de los españoles ha llevado en 2021 a aportaciones netas de 14.000 millones de euros en fondos de inversión, de las que 5.500 millones se dirigen renta variable, mientras que a nivel global se eleva la cifra en 600.000 millones. A ello se une la creciente tendencia en el mundo a complementar una futura menguante pensión pública con ahorro privado. Dado que en la actualidad la casuística de posibilidades de inversión es enorme, voy a referirme exclusivamente a dos segmentos en donde se puede hacer una pequeña referencia a León.

Causa perplejidad que sigamos persiguiendo unicornios desde 2009 con Torneros, que no existe más allá de un presupuesto de 300.000 euros para hacer un proyecto. No tenemos un plan de desarrollo de terreno industrial provincial que podamos ofertar

—Energías renovables:

Para hacernos una idea de la importancia, baste mencionar que en España, sólo Enagás presenta 55 proyectos a los fondos de recuperación por valor de 6.000 millones de euros y Solaria 29 por 4.000 millones. Debemos también señalar la avalancha de empresas con etiqueta verde que monopolizan las salidas a bolsa para captar capital para sus planes de crecimiento (Soltec, Solarpack, Greenalia, Solaria, Audax, EiDF, Opdenergy…). Sin embargo, el mercado da por hecho que no todas las compañías lograrán en el largo plazo sus objetivos de producción de energía renovable o salgan adelante sus proyectos y algunas han tenido que suspender su salida a Bolsa (Capital Energy), rebajar precios (Acciona Energía o Ecoener) o esperar (Repsol Renovables). Periódicamente nos econtramos con burbujas y las renovables pueden ser el nuevo «ladrillo» o las nuevas «puntocom».

En León nos desayunamos todas las semanas con nuevos proyectos que ya suman varios cientos de millones de Euros en diversos puntos de nuestra geografía, siendo significativo el troceamiento de algunos promovidos por grupos locales con el objetivo de no alcanzar los 50 MW cada uno y así tramitarse por la Junta en Valladolid, en vez de por el Ministerio de Transición Ecológica. A lo mejor en Castilla son más laxos que en el Paseo de la Castellana. Hay más provincias que se encuentran en una situación similar, con tímidas protestas incidiendo en el peligro que la lucha contra el cambio climático puede tener con efectos colaterales no deseados sobre la biodiversidad y el medio natural, así como la creación de pocos puestos de trabajo estables.

—Activos reales:

Son diversos los vehículos promovidos, entre otros, por las divisiones de banca privada buscando diversificación de carteras y descorrelación de los mercados para los ahorradores conservadores. Suelen invertir en infraestructuras, centros de datos, activos hoteleros, autopistas, hospitales, residencias de estudiantes, logística, renovables, torres de telecomunicaciones u oficinas. Normalmente no están dirigidas al gran público ya que el ticket mínimo suele ser superior a 100 mil Euros, careciendo de liquidez al no cotizar en bolsa.

Este tipo de activos son muy solicitados por fondos de pensiones, tanto públicos como privados, de países sin nuestros complejos ideológicos. El mes pasado se ha materializado una de las mayores transacciones, la venta del 49% de Aramco Pipelines (oleoductos) por 12.400 millones de USD a un consorcio liderado por EIG Global Energy Partners, quien tiene como clientes fondos de pensiones y entidades de seguros. En España, a modo de ejemplo Ontario Teachers Pension Plan (OTPP) financia a Capital Energy. En Cellnex (torres de telecomunicación) ostenta Canada Pension Plan Investment Board el 5% y los fondos soberanos de Noruega (Norges) y Singapur (GIC) el 3% y el 7% respectivamente. El fondo de la policía de Canadá (PSP Investments) negocia comprar la sede de Abengoa en Sevilla. IFM, quien gestiona las pensiones de millones de australianos adquirió OHL Concesiones por 2.158 millones o el 49% de Aqualia, gestor de aguas de FCC por 1.024 millones. El británico Universities Superannuation Scheme (USS Investment Management), acaba de comprar el 50% de Bruc Energy junto con el fondo de pensiones canadiense OPTrust. Podríamos seguir con cientos de ejemplos, añadiendo además Universidades que utilizan los rendimientos de sus endowment (fondos procedentes principalmente de donaciones) para otorgar becas y financiar investigación, siendo los más importantes los de Harvard y Yale con 40.000 y 30.000 millones de USD bajo gestión, respectivamente.

Lamentablemente y debido a la falta de seguridad jurídica en España gracias al gobierno de «colisión», el único social-comunista de Europa, existe un parón en la vivienda en alquiler como inversión, pero asistimos a un boom en la logística. Como es sabido, la tendencia hacia nuevas formas de adquirir bienes o servicios se ha acelerado en el último año, lo cual está provocando el cierre irreversible de numerosos comercios, que nunca volverán a los niveles precrisis y hasta una empresa tan poco dinámica como El Corte Inglés presenta periodos puntuales del 20% de ventas por canales no presenciales.

Esta situación acelera la construcción de plataformas logísticas, la inmensa mayoría concentradas en Madrid (en sentido amplio, desde Guadalajara hasta Toledo) y Barcelona, que acapararon el 84% de la contratación en el primer semestre de este año, según la consultora inmobiliaria CBRE. A gran distancia siguen Málaga y Zaragoza, siendo el resto testimonial. Cabe señalar este mes el anuncio de Aena, quien pretende crear una sociedad conjunta con un socio estratégico para desarrollar 2,1 millones de metros cuadrados en Barajas.

A la vista de estos datos, causa perplejidad que sigamos persiguiendo unicornios desde 2009 con Torneros, que no existe más allá de un presupuesto de 300.000 euros para hacer un proyecto. No tenemos un plan de desarrollo de terreno industrial provincial que podamos ofertar, donde deberíamos ceñirnos a muy pocos proyectos, participando en la medida de lo posible capital privado. Villadangos sí es una realidad necesitada del prometido ramal de tren y fácil acceso al aeropuerto como terminal de carga, que hasta hoy sólo vale para subvencionar a cargo del contribuyente las vacaciones de los escasos residentes que optan por volar.

También resulta increíble que nuestro pequeño parque tecnológico esté completo desde hace tiempo y no se vislumbre una solución para su ampliación aunque de ello hablaré en una próxima Tribuna sobre las cantidades milmillonarias que maneja el capital riesgo y las startup, en donde creo que León reune suficientes condiciones para el desarrollo de estas últimas.

Ahora bien, es crucial que el campus de Vegazana, llamado a jugar un importante papel, supere su autismo, ya que «existe una brecha amplia y creciente entre lo que la Universidad española enseña y lo que el aparato productivo demanda», con «currículos obsoletos y poco conectados con la realidad», lo cual «supone una limitación importante para la empleabilidad de los egresados». Nuestras universidades públicas tienen «poca conexión con el mundo empresarial y reciben financiación principalmente en función del número de alumnos matriculados» sin que pese «el porcentaje que logra encontrar un empleo y desarrollar una carrera profesional satisfactoria una vez graduado». Verán que lo antedicho está entrecomillado. La razón es que no son mis palabras, sino las del gobierno en la página 138 del informe España 2050. Fundamentos y propuestas para una Estrategia Nacional de Largo Plazo y no sigo, porque la página siguiente es todavía más demoledora. Pero de momento, es lo que tenemos y con lo que estamos obligados remar.

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