Diario de León
Publicado por
Francisco Julián López Rodríguez, Profesor jubilado de FP
León

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Cuando a alguien «se le ve el plumero» suele indicar que hemos visto claramente las intenciones que tiene respecto a algo, por lo general, intenciones no muy buenas. Esta expresión fue un proceso dialéctico surgido entre liberales y absolutistas allá por el año 1812. El dicho está basado en los uniformes de la Milicia Nacional que terminaban en un penacho. Las discusiones políticas entre uno y otro movimiento solían terminar en discrepancias y, al final, la expresión de disconformidad de: se te ha visto el plumero. Que a Pablo Iglesias se le ha visto el plumero, muy pocos dudan de ello. Todos sabemos el origen de Podemos. Las crisis económicas son los garfios en los que se basan los políticos. Pablo Iglesias era un revolucionario en la Universidad. La situación era proclive para crear un movimiento atractivo. Las crisis son provocadas en la historia, la mayoría, por las guerras o bien por políticos sin escrúpulos que se creen señores todopoderosos y arrastran detrás de sí a un país sumiéndolo en la miseria. La crisis de 2008 parte de la quiebra del sistema bancario. El cuarto banco más importante de Estados Unidos, Lehman Brothers, se declaró en bancarrota a las siete de la mañana del 15 de septiembre de 2008.

Era un lunes. Tenía 639.000 millones en activos y 613.000 millones en deudas. Nunca antes se vivió una quiebra similar. Esto arrastró a la banca mundial. Las empresas se quedaron sin financiación. Ya sabemos que ocurrió: un derrumbe mundial que afectó más a unos países que a otros. A España la sumió en una crisis que nos volvió a la posguerra. La quiebra de la banca, provocó un desplome de la economía. Un desempleo galopante. Hogares sin ingresos, desahucios; resultado, miseria y pobreza. Este fue el caldo de cultivo del mesías Iglesias. Las clases de la Universidad empieza a impartirlas en las plazas. Como un buen charlatán fue vendiendo la mercancía y muchos cayeron y compraron en la desesperación, sin saber que el producto era saldos y retales. No lo pensaron: ha llegado el salvador, ha llegado el nuevo mesías que va a liberar al pueblo de la miseria y les va a conducir a la tierra prometida. Así fue. Los resultados se vieron en las elecciones europeas y después, en los generales. Este movimiento ahonda en los problemas y obtiene unos resultados que, quizás para muchos, no fue sorpresa. Todos sabemos cómo dejó Zapatero el país y el gran damnificado sería el PSOE y alguien tenía que recoger el despojo y no era otro que Pablo Iglesias. No todo el mundo pudo apreciar que había llegado de nuevo el comunismo a España. Pablo Iglesias es un nostálgico de la Historia y sobre todo de hechos históricos que cambiaron el silo XX: la revolución rusa de 1917, la proclamación de la segunda república; la abolición de la monarquía en España y resarcirse el comunismo de la derrota en la guerra civil española. Otro objetivo no menos importante es importar el chavismo a España e imponerlo a su manera. De estos hechos hoy, el que más le preocupa y ya ha iniciado el camino, es crear un ambiente antimonárquico para que cale hondo en la sociedad española y esta vea la monarquía como un foco de corrupción.

No cabe duda que los devaneos del rey emérito no ayudan nada, todo lo contrario, es un caldo de cultivo, pero está intentando que los españoles empiecen a pensar en República y abominen la monarquía. Resarcirse de la guerra civil española va a intentar que no quede ni rastro del franquismo. Le gustaría firmar el siguiente parte de fin de la guerra: los ejércitos facciosos, destruidos y maltrechos han cruzado la frontera, la guerra ha terminado ¡Viva la República comunista! El crear una sociedad bolivariana lo está intentando con las medidas sociales de dar limosna a la población y lo último tratar de legalizar a todos los emigrantes que pueden llegar hasta dos millones. Todo esto son proyectos e intenciones y dudo de que los pueda llevar a cabo ya que la sociedad española y sus propios votantes empiezan a verle el plumero. Sí, el plumero, ya que sus seguidores se están dando cuenta que el beneficiario del movimiento del 15 M ya no son aquellas multitudes que llenaban las plazas. Los beneficiados son Pablo Iglesias y su pareja. El apóstol de los pobres se ha construido un palacete rodeado de una guardia pretoriana. Irene Montero se ha rodeado de una serie de damas y damiselas en su ministerio que, sin preparación alguna, le están sirviendo con unos sueldos a cargo del erario del estado. Y hoy, aquel desmelenado de las plazas, se ha convertido en un burgués capitalista y su pareja, en una burguesa rodeada de sirvientas. Y aquellos que eran multitud desaparecieron de los zocos porque el falso mesías ha dejado a la multitud a su suerte y no hay panes ni peces para alimentarla. A Pablo Iglesias, repito, se le está viendo el plumero y sus seguidores se han cambiado de bando ya que los ha abandonado a su suerte y han buscado unos nuevos señores más fiables.

En Galicia ya no hay rastro y en el país vasco empiezan a desaparecer los seguidores de las plazas. No cabe duda de que en este recorrido aún hay despistados. No olvidemos aquellas palabras del político loco: El que a los dieciocho años no sea comunista es imbécil pero el que a los treinta siga siéndolo es idiota mental. El pueblo se ha dado cuenta de que Podemos es Pablo Iglesias y su cohorte unido a su pareja con sus damas. Considerando que a la milicia no les vamos a cambiar el uniforme hay que pensar que a Pablo Iglesias se le ha visto el plumero. Porque los pobres, los desahuciados y los desempleados cada vez están peor y el gran señor cada vez es más burgués. Lo que sí ha conseguido es acomodarse y solucionar su futuro y la su pareja.

Este el fin de comunismo porque, en el mundo, quien vive bien es: Maduro, en Venezuela, Kim Jong Un, en Corea del Norte y los descendientes de Fidel Castro en Cuba y el pueblo, ese que se dejó guiar por los mesías, siguen sumidos en la miseria y pobreza. Aún no hemos aprendido la lección, pero a Pablo Iglesias nadie duda de que se le ha visto el plumero.

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