Diario de León
Publicado por
B. Cabezas González-Haller, sociólogo
León

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Ya nos debemos preparar para oír cómo nos resuelven todos los problemas que tenemos. A partir de mayo tendremos viviendas baratas, guarderías gratuitas, subida de pensiones, puestos de trabajo fijos y bien pagados, trabajo a la carta para jubilados, ayuda a los hijos y ayuda a las madres, becas para estudiar, transporte ideal, habitaciones individuales en el hospital, bajada de impuestos, carreteras y polígonos industriales. Según Mario Amilivia, decir que los leoneses tienen problemas es hacer «victimismo», y eso, según él, «es malo para León». ¿Quiere que cerremos los ojos ante la realidad? Gobierna uno de los municipios más empeñados de España (lo ha dicho el Tribunal de Cuentas); ha tenido problemas para pagar la nómina de los funcionarios y antes de coaligarse, por conveniencia de partido y personales, ya sobraban funcionarios. Con el acceso de UPL, han seguido contratando, sin hacer falta. Ahora, para pagar las deudas han hipotecado el suelo del polígono de La Lastra. Se sabe: ser funcionario es un seguro de vida. Algunos lo han conseguido mediante oposición, porque han estudiado y lo han merecido, pero en los últimos tiempos, cuando esperábamos lo contrario, la endogamia y la dedocracia se han intensificado. Si decir lo que sucede es hacer victimismo y hacerle daño a León, no entiendo qué clases de demócratas son algunos. Uno de los menús más publicitados es el plan de ordenación. Según este plan, los promotores se lanzarán a construir viviendas a destajo. Preguntas: ¿Hay calles rectas y anchas, hay plazas? ¿Las viviendas van a tener un mínimo de 110 metros y dos garajes o sólo 70 metros y sin garaje? ¿Habrá, como máximo, cuatro plantas y los equipamientos están previstos (escuelas, centros de salud, guarderías, jardines). ¿Los negocios están separados de las viviendas para no molestarse unos a otros o van a hacerse bajos para bares, discotecas y actividades molestas? Supongo que Amilivia persistirá en la nefasta promesa que hizo Aznar. Mientras en otras ciudades cuidan el medio ambiente, porque es la base de la salud y de la calidad de vida, este señor, con brillo en el pelo, no para de decir: sí, vendrá la Escuela de Pilotos. Señor Amilivia, usted ha dicho que los socialistas viven un «delirio paranoico» con el efecto Zapatero. Quizás algunos, pero no creo que más que usted y los suyos con Aznar. No pretendo defender a nadie, pero observo que a Zapatero lo valorarán más o menos, pero no lo citan por miedo. Lucas dijo siendo presidente, más de cien veces por año, que estaba a disposición de Aznar. El señor Díez nos ha dicho (le felicito por decir la verdad) que se retira por no «genuflexionarse» ante el PP. Y añade: «Si uno no quiere retirarse, sólo tiene que empezar a tirar de levitas... El señor Amilivia sí que tiene delirio paranoico con la promesa de Aznar, la cual encierra malicia y falsedad para confundir a la gente de buena fe y, por qué no decirlo, a mucha gente sin luces para pararse a pensar en la degradación del medio ambiente que producen los aviones. ¿Dónde coloca ustedes la calidad de vida? Lo que Amilivia llama, para que la gente no se alarme, escuela de pilotos es una base de entrenamiento en vuelo con los aviones de combate que fabrica la multinacional European Aeronautic Defence and Space Company (EADS). Esto se agrava porque no es sólo el Ejército español el que nos molestará con los aviones que compra, a diez mil millones de pesetas cada uno. Es que le quieren conceder a esta empresa privada el aeródromo y el cielo de la provincia para probar los aviones que vende la empresa que los fabrica en otros lugares. Estos aviones son nefastos para las personas y para la fauna de la provincia. En la configuración aire/aire puede llevar hasta diez misiles de corto y medio alcance. En configuración mixta, seis misiles aire/aire y siete estaciones con armas aire/tierra. Dispone además de un cañón ametrallador integrado de 27 milímetros de calibre. Por tanto, de escuela de pilotos abierta a los que quieran optar al título de piloto civil, nada de nada. El jefe de Estado Mayor de Defensa dijo que no se trataba de una escuela de pilotos, sino de una base de entrenamiento en vuelo para probar los aparatos. En qué se traduce esto: Que la provincia de León, con estos cazabombarderos polivalentes en prácticas todos los días, se convierte en un espacio de guerra simulada. Téngase presente que alcanzan una velocidad de 2,0 mach, o sea, dos veces mayor que la velocidad del sonido y pueden pesar cargados hasta 21.000 kilogramos. Cuando un aparato de los que nos prometen alcanza esa velocidad genera una onda o boom sónico que a una determinada altura puede causar daños en la superficie terrestre y dañar las casas. Un F-18 (avión de menos envergadura) tiró el techo de una escuela de Teruel, hace dos años, y rompió la cabeza a un niño. El maestro dijo: «Es inaudito, llevamos años soportando los vuelos y los estampidos; lo de hoy es ya intolerable». Otro dato: El año pasado, el piloto José Luis Gasco, probador de los aviones de combate que vendía Casa, con dieciséis mil horas de vuelo, se estrelló en Turquía cuando probaba un avión. El año pasado también, entre aviones y avionetas, cayeron más de veinte y produjeron muertes. Hace unos días como cayó el primer avión de la especie de los que quieren traer a probar a León ¿Eso es lo que es tan bueno? A esta barbaridad se suman también algunos políticos del PSOE y la plana mayor de UPL. No sé si para fustigar a Aznar, o porque son insensibles al problema o porque no dan más de sí. Fíjense en esto: la diputada Valcarcel le preguntó Trillo en el Parlamento qué había de la escuela de pilotos (Ésta también utiliza una denominación inadecuada). El ministro le dijo que sí, que León estaba en la mente de Aznar... Y ni un diputado de los que había en el Parlamento de España se levantó a decir nosotros también la queremos. Todos callaron. ¿Qué significa ese silencio? Que a nadie le interesa este muerto. A este respecto quiero decir que están engañando a los ciudadanos. Si esta barbaridad se trae a León, cuando la gente compruebe el ruido y la contaminación de las escuadrillas de aviones de caza militares en prácticas, veremos la mayor manifestación de todos los leoneses. Además la promesa va contra el artículo 43 de la Constitución, que dice que todos los ciudadanos tenemos derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado y que los poderes públicos tiene el deber de garantizarlo. Señores del PSOE, no pidan más veces que se cumpla esta promesa, sean éticos y cumplan el artículo 43 de la Constitución para evitar que los aviones fabricados para lanzar misiles que matan en un momento, no nos maten a nosotros poco a poco con la contaminación que producen. Pregunten a la alcaldesa de Torrejón (PSOE) por qué pide al Gobierno que le quite de allí la base militar. Y les informará.

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