Diario de León

SEGURIDAD Y DERECHOS HUMANOS ??ARTURO PEREIRA??

¿Qué justicia queremos?

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N o puede haber justicia sin caridad. Frase precisa y clara. La escuché a monseñor Echevarría viendo una entrevista que le habían hecho unos meses antes de su fallecimiento. El mensaje está claro, no llega con la idea humana de justicia a secas. Es necesario que la caridad acondicione a la justicia. Son tantas las ideas de justicia que han regido los ordenamientos jurídicos a lo largo de la historia que se pueden encontrar casi tantas aberraciones de la misma como idearios de ella se han perfilado. Los nazis crearon su propio modelo de justicia. Para ellos era legal clasificar en jerarquías a las personas e incluso era justo para ellos considerar a determinadas razas como no personas.

En la China de Mao Tse Tung se consideraba legal y justo eliminar cualquier tipo de disidencia política. Así se podrían seguir enumerando muchas ideas extrañas al derecho Natural de lo que es justo o injusto. La legalidad sirve para transformar en justo aquello que muchas veces solamente encubre intereses bastardos como afán de poder, ánimo dictatorial, animosidad hacia un grupo…

Un acto tan execrable como la paliza que le dieron cuatro adolescentes negros a un adolescente blanco discapacitado y compañero de su instituto, pudiera parecer en las mentes enfermas de los agresores y también porque siempre los hay, algún tarado, un acto de justicia. Justicia en respuesta a la injusta discriminación que las personas negras sufren por parte de muchos blancos en los Estados Unidos.

No van mal encaminados quienes piensen así, siempre que se tenga una idea de justicia basada en el denominado derecho antiguo donde el fundamento de la misma se basaba en la venganza. Justicia y venganza eran sinónimos y por lo tanto ambas amparadas por la ley.

¿Por qué se agrede a un crío discapacitado de forma tan brutal? En primer lugar porque existe esa voluntad de querer agredir. Es decir, la mente de los cuatro agresores alberga un mal fruto de no se sabe qué. Podemos tener una pista viendo sus fotos. La verdad es que no tienen pinta ni de buenas personas ni de ser muy inteligentes. Y, en segundo lugar porque pueden hacerlo. Eran cuatro contra uno. Ni el más mínimo rastro de caridad por su parte hacia la víctima.

Una actuación no es justa simplemente porque la ley la ampare como ya ha quedado dicho. La justicia necesita estar de acuerdo con la naturaleza humana, con la parte positiva y negativa. Positiva para que lo que de buenos que tenemos, que es intrínseco a nosotras presida el ordenamiento jurídico. Negativa en cuanto a que también somos capaces de cometer atrocidades, el ordenamiento jurídico debe anticiparse y sancionar rigurosamente esas conductas que atentan contra la condición de dignidad humana. El derecho positivo cambia con el paso del tiempo. A mí no me interesa tanto este, que también, como los valores inmutables que deben presidirlo. Derecho a la vida, libertad, ser juzgados por tribunales independientes y todo lo demás que ya sabemos y que por obvio olvidamos y a veces se producen perversiones de consecuencia irrecuperables.

Nadie regala la libertad ni la seguridad. Es necesario luchar permanentemente por ellas pues siempre hay alguien que no cree en la originalidad y libertad del ser humano arrogándose el derecho de imponer su propia idea de lo que es justo y necesario, además de lo más conveniente para los demás.

Justicia y caridad van indisolublemente unidas. La caridad supone un amor infinito a los demás. De ahí se deriva el respeto absoluto por los demás y sus derechos fundamentales. Sin caridad no hay amor al prójimo, sin amor no hay futuro. Monseñor Echevarría lo tenía claro y quiso, como jurista que era, que esa idea calara en todos los hombres sin distinción de raza o color.

El mundo necesita caridad, necesita respeto por los demás y los cuatro agresores del niño blanco discapacitado necesitan una corrección eficaz para que entiendan que la caridad es algo que deben conocer y ejercer.

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