El San Andrés que queremos
Vivimos en un municipio donde los trenes tienen prioridad sobre las personas. Al contrario de lo que pasa en otros lugares, aquí se pretende que sean las personas las que circulen por túneles en vez de los trenes. En San Andrés ni vecinos ni peregrinos parecen tener prioridad sobre camiones, coches o ferrocarril. Vamos a contracorriente.
Y vamos contra la corriente porque vemos como en otras ciudades del Camino de Santiago o de Europa se avanza en espacios verdes para personas, peatonales, abiertos… con mercados al aire libre y atractivos para hacer comunidad, para hacer pueblo, para hacer sociedad. Sin embargo en nuestro municipio parece pasar todo lo contrario: caminamos hacia soluciones del siglo pasado (ya solo falta que vuelvan los pasos a nivel) o nos estancamos en modelos urbanos desgastados totalmente desapegados de las tendencias urbanas de poblaciones que abrazan las calles verdes y peatonales y los ambientes libres de tráfico pesado.
Y es que al hecho de no contar con un soterramiento adecuado también se suma el que el área metropolitana de León, de la que forma parte con mucho protagonismo San Andrés del Rabanedo, no cuente con una ronda norte que derive todo el tráfico proveniente de Ponferrada y Astorga hacia el norte de León y hacia Asturias sin necesidad de entrar en las zonas urbanas de Trobajo del Camino y San Andrés.
Eso está provocando que la principal vía urbana del municipio, la avenida Párroco Pablo Díez, este actualmente destinada a albergar tráfico de toda condición junto con una barrera ferroviaria de gran calado.
Es decir, Párroco Pablo Díez, una de las zonas más pobladas del área metropolitana de León y paso obligado del Camino de Santiago, está totalmente preso del tráfico y del tren porque nunca jamás se puso sobre la mesa la prioridad que las personas deben tener sobre las máquinas, nunca jamás se pensó en hacer de esta gran vía un espacio amable para viandantes, comercios o peregrinos. En definitiva, un «boulevard sanandresino» de categoría.
Solamente hay que pasear por sus estrechas y desgastadas calles que parecen «molestar» al incesante tráfico que, como reitero, debería ser reconducido en parte hacia esa ronda norte de la que carecemos los leoneses del Bernesga.
Me gustaría que de aquí a unos años los habitantes de este municipio pudieran ver un nuevo modelo urbano en San Andrés, donde primen las personas, donde primen los árboles, las sendas verdes, el agua de la presa del Bernesga y sus molinos, los comercios locales y donde el Camino de Santiago, nuestra ventana a Europa, vuelva a abrazar a nuestras poblaciones haciendo gala del escudo municipal. La lamentable imagen que actualmente estamos dando a los viajeros del Camino no puede continuar.
¿Sabían ustedes que hay guías nórdicas sobre el Camino en el que aconsejan al peregrino pasar de largo cuanto antes por nuestro municipio? ¿Qué hay del plan especial del Camino de Santiago en San Andrés?
Para ello es necesario pensar ya en ir modificando el destino que parece ser se le quiere dar a este municipio: solamente de ciudad de paso o dormitorio. Nosotros, desde UPL queremos un nuevo San Andrés: vivo, residencial y alejado de prisas, contaminación y chapuzas. ¿Cambiamos San Andrés?