Diario de León

Rocío Lucas defiende la autonomía universitaria como vía de progreso y pide huir de las “imposiciones”

“Cuando alguno plantea intervenir una universidad, está diciendo que se intervenga en el ámbito de la propia Constitución”, asegura

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AGENCIAS

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La consejera de Educación, Rocío Lucas, defendió hoy en Valladolid la autonomía universitaria para ser un instrumento útil para el progreso de la sociedad y pidió huir de las “imposiciones políticas” para que las universidades puedan seguir siendo centros de pensamiento e intercambio de saberes. En este sentido, abogó por el respeto competencial entre las instituciones y puso el ejemplo de la Comunidad, donde se ha logrado un “necesario” clima de diálogo y entendimiento entre las propias universidades y la administración autonómico.

Con motivo de la inauguración de la jornada de club de prensa de El Mundo-Diario de Castilla y León, con el título ‘40 años de autonomía universitaria’, Lucas consideró “fundamental” permitir que la universidad siga siendo el lugar para formar a las personas, desde el punto de vista académico pero también en valores y respecto. “Cuando hablamos de educación hablamos de futuro, que está en manos de los jóvenes y por eso requiere mayor respeto y mayor colaboración entre todas las instituciones. Es algo que tenemos claro en el Gobierno de la Junta por que la política debe ser un instrumento útil para el avance y el progreso de la sociedad, la ciencia, la investigación y las humanidades”, aseveró.

La consejera recordó, según recogió la Agencia Ical, que la autonomía universitaria está reconocida constitucionalmente, por lo que alertó que “cuando alguno plantea intervenir una universidad, está diciendo que se intervenga en el ámbito de la propia Constitución”. Una autonomía que, a su juicio, pasa “necesariamente” por el respeto a la libertad, dentro de la lealtad que debe existir entre las instituciones.

Añadió que la Junta y su presidente han logrado un entendimiento y una colaboración “leal”, que “da sus frutos”. Fue entonces cuando se hizo eco del acuerdo logrado en octubre pasado entre Alfonso Fernández Mañueco y las cuatro universidades para ampliar y reforzar la oferta de titulaciones en la Comunidad, con especial hincapié en los grados de ciencias de la salud, ya que cada vez son más demandados y necesarios en un territorio como Castilla y León pero también en España. “Mientras de nosotros dependa, va a seguir existiendo ese clima de diálogo y colaboración con las universidades públicas”, sentenció.

En presencia de los rectores de las cuatro universidades públicas (Valladolid, Salamanca, León y Burgos), Rocío Lucas aportó datos sobre la “fortaleza” y “dinamismo”. En primer lugar, citó las cifras de alumnos matriculados que crecen de forma “constante” y “sostenida”, además de tener una capacidad de atracción, tanto de estudiantes de otros lugares de España como del extranjero. “Esta captación de alumnos es una muestra del prestigio de nuestro sistema universitario y que los jóvenes vienen buscando una buena formación”, subrayó.

En este sentido, señaló que, según las estadísticas del Ministerio, el 37 por ciento de los universitarios que cursan estudios de forma presencia en Castilla y León procede de otras autonomía y entre ese porcentaje el diez por ciento es extranjero. También valoró que el balance de estudiantes, entre los que salen y vienen, es positivo, con 11.000 a favor. Esto supone el tercero mejor, solo por detrás de Madrid y Cataluña. Por lo tanto, aseguró que la educación en sí es un motor de atracción de talento.

También, apuntó que Castilla y León es la segunda comunidad, en términos porcentuales, con mayor capacidad para atraer estudiantes de grado, solo por detrás de Navarra y la tercera posición en cuanto a los que cursan másteres, tras Madrid y Cantabria. “Todo ello demuestra que las universidades públicas de aquí son altamente competitivas por que los alumnos se mueven para buscar la mejor formación, ya que las ofertas de grados son muy parecidas entre todas las universidades españolas”, sentenció.

Además, valoró el esfuerzo de la Junta a la hora de bajar las tasas de las primeras matrículas, desde 2018, hasta situarse, en la actualidad, entre las más bajas. “Al asumir las competencias en ese año, teníamos los precios públicos más altos, solo por detrás de Cataluña, y con la bajada progresiva, que ha supuesto un ahorro medio de 600 euros para las familias, estamos entre los últimos puestos”, expuso. Pero también han descendido los precios de los másteres habilitantes y no habilitantes.

EBAU única

Por último, la consejera planteó algunos retos que plantean las universidades, la sociedad y los estudiantes, tanto en materia de conocimiento y transferencia del conocimiento. También, se refirió a la necesidad de implantar una prueba única de acceso a la universidad (EBAU), con el objetivo que la incorporación al sistema superior educativo sea “más justo e igualitario”. No en vano, precisó que si hay un distrito único universitario debe existir una igualdad de condiciones en la prueba de acceso, que sea única o lo más homogénea posible.

Por último, Lucas mencionó que la nueva ley universitaria (LOSU) debería haber tenido un mayor consenso con las comunidades autónomas y las propias universidades así como plantear una mayor financiación. Eso sí, valoró la reciente firma del programa Integra entre las cuatro universidades públicas de Castilla y León y el Ministerio de Ciencia para avanzar en el incremento y el reconocimiento de las plantillas como la figura de ayudante doctor.

Por su parte, el presidente del Consejo Económico y Social (CES) de Castilla y León, Enrique Cabero, también mencionó el “crecimiento” de la universidad, con un aumento del número de estudiante y una atracción de alumnos extranjeros. Hasta el punto que las universidades han dejado de ser consideradas “fábricas de parados” y se han convertido en el “gran proveedor” de empleo cualificado, además de conseguir la transferencia del conocimiento.

Cabero valoró. según Ical, que la universidad es un motor económico en sí mismo, algo que se comprueba en los campus distribuidos por todas las provincias, con 90.000 estudiantes y más de 14.000 empleos. En este sentido, precisó que cada euro que se invierte en la universidad supone un retorno de cinco euros en el desarrollo, la creación de empresas y empleos en el entorno. Además, destacó que las universidades se han convertido en un elemento de atracción de actividad económica, social y colaboración intensa con la sociedad así como ser uno de esos grandes agentes de creación social, cultural y de docencia e investigación. “Nunca antes la universidad ha estado con la capacidad y el ámbito de influencia que tiene hoy en día”, concluyó.

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