ENTREVISTA
Néstor López: «Karla Sofía Gascón no merece que la persigan para destruirla»

El director y productor leonés Néstor López, ganador de tres premios Goya.
La gala de los Goya fue su gran noche. El leonés Néstor López se llevó dos estatuillas, como director del corto documental Semillas de Kivu; y como productor del cortometraje de animación La gran obra. En 2022 ya ganó un Goya como productor. El realizador está embarcado en varios proyectos; entre ellos, dirigir su primer largometraje.
—El discurso en los Goya, con dedicatoria a León y a su barrio, ¿lo llevaba preparado?
—Sabía lo que quería decir, pero lo improvisé en el escenario, porque me gusta que los discursos sean lo más cercanos posible; y me parece que construir un discurso en directo le da un toque único.
—¿Qué cambia tener dos premios Goya más?
—Es pronto para saberlo, porque los acabo de ganar, pero uno es como director y otro como productor. Es el primero que gano como director. Lo que hace es abrirme dos caminos: como productor, de alguna manera, me legitima más para decir ‘este chaval tiene visión’; y como director, es reconocer ‘este chaval tiene talento’. Creo que los Goya van a ayudar a que mis siguientes proyectos interesen más, para conseguir producción y financiación de forma más ágil.
—¿Cómo va el corto que está haciendo sobre el este de Europa?
—Ahora estamos trabajando en él.
—¿Hay fecha de estreno y título?
—No hay fecha; y el título, no sé aún si será el definitivo. Todavía no puedo decir mucho más. Es sobre el genocidio armenio.
—También ‘Semillas de Kivu’ habla del genocio en Congo, ¿por qué le interesa tanto el tema?
—Me interesan historias que nos lleven luego a hablar sobre eso. Las películas me gusta que empiecen cuando terminan, que inviten a pensar y abran un diálogo. Como cineasta, golpeas un muro con un pico y abres un agujero para que la gente se asome, como dije en los Goya. Dentro esa filosofía, me preocupa el genocidio de Kivu, el de Armenia... En el día a día tenemos muchas cosas y no nos centramos en lo que realmente es importante. Y hay cosas que son urgentes y la de Kivu es urgente. Si no hacemos algo, esa gente se muere.
—¿Qué responsabilidad tienen los directores para visibilizar lo que ocurre en sitios como el Congo o Armenia?
—El cine es una herramienta muy poderosa y hay muchas maneras de abordarlo; y no es que una sea más correcta que otra. El cine es también entretenimiento, ayudar a entrar a la gente en otro universo y ese universo no puede ser tan desagradable, porque la gente viviría en la tristeza y la depresión. Ese cine también tiene que existir. En mi opinión, un cineasta debería tener un compromiso.
—¿Sigue vinculado a León?
—Sí, mis padres, mi familia, mis colegas del barrio y mis amigos viven en León. Voy varias veces al año, me gusta pasar allí las Navidades y el verano.
—¿No se puede hacer cine desde la periferia?
—Difícil, porque el cine no se hace solo con coger una cámara y contar una historia, por mucho que digan. Necesitas herramientas y medios, no solo dinero, que también. Necesitas servicios cinematográficos. Se hace cine en el País Vasco, en Galicia y Cataluña, porque tienen una infraestructura creada estratégicamente para que esto suceda, con un plan detrás.
—¿Es más duro ser director o productor?
—Son igual de duras. El productor arregla problemas todo el rato y se mete en líos; y el director tiene que gestionar a un equipo y se tiene que enfrentar a sí mismo, a sus dudas, a sus miedos...
—¿En cine ha hecho lo que ha querido o lo que ha podido?
—En cine siempre haces lo que has podido más que lo que has querido. Por eso hago cortometrajes, porque me permite hacer lo que quiero. En cuanto nos vamos a otro tipo de metraje, entramos en un terreno donde hacemos lo que nos dejan hacer. Por eso, como artista, es importante volver al cortometraje.
—¿Todavía el cortometraje se considera un género menor?
—Sí claro. La prueba es que en las redes de la Academia de Cine no vas a ver las fotos del cortometraje, es lo último que suben. El cortometraje está considerado un género menor de una manera absurda, porque, económicamente, no es una vía para hacer negocio. Al final, el mercado se impone.
—¿Qué opina del tratamiento que está recibiendo Karla Sofía Gascón y que fuera relegada a un segundo plano para no dañar la carrera a los Oscar de la película ‘Emilia Pérez’?
—No había visto nunca que tu propio equipo te apartara; es la primera vez. Independientemente de que Karla Sofía se haya equivocado, que lo ha hecho, está sufriendo una persecución. Creo que hay mucha transfobia ahí. ¿Seríamos tan revisionistas con una persona que no fuera transexcual? Creo que no, porque hasta ahora no lo hemos sido. ¡Qué casualidad que la primera persona transexual nominada al Oscar a Mejor Actriz sea la primera que se aparte de una campaña! Y no es exculparla, porque ha hecho cosas graves, pero tiene toda una maquinaria revisionista detrás. Vi Emilia Pérez en León y me gustó mucho. No sé si merece o no el Oscar, lo que no merece es que se la persiga con la intención de destruirla. Creo que la persecución es exagerada y todo el mundo tiene derecho a rectificar.
—¿No piensa pasarse al largometraje?
—Sí. No existe lo de hacer un corto y pasarse al largo. Yo ya he hecho cuatro largometrajes como productor. A finales de este año empiezo a rodar mi primer largometraje como director, pero luego igual vuelvo a hacer un corto, no lo sé. Lo importante es hacer el formato más correcto para tu historia.
—¿Qué puede contar de su primer largometraje?
—También transcurre en la zona de Kivu, solo que va a ser un thriller político. Un largometraje documental, pero muy diferente al corto.
—¿Y tiene más proyectos?
—Sí, este año estoy con un cortometraje de ficción, que dirijo, y lo presentaremos en unas semanas, pero no puedo decir dónde aún, pero es un festival grande.
—¿Qué le pareció la gala de los Goya?
—Fantástica, aunque cuando estás nominado, hasta que llegó mi premio, estaba en la butaca nervioso. Los números musicales me parecieron maravillosos. Sorprendió el premio ‘ex aequo’ a la mejor película. Una vez que gané, me fui a hacer el protocolo de fotos, y no volví a la gala hasta el último premio.
—¿Conoció a alguien que le apeteciera, a Richad Gere o a algún director o actriz?
—A Richard Gere le saludé porque me lo encontré por casualidad, pero conocí a productores relevantes. Me interesa más conocer a gente que te pueda ayudar a levantar tus proyectos. A la mitad de los nominados los conocía, ya somos compañeros.