Schuster da el gran salto
El alemán de alma española moldea su agrio carácter para pasar del Getafe al Real Madrid El Barça presenta hoy a Henry con un ambiente de lujo

El entrenador alemán Schuster dirigirá a un grande el próximo año
Bernd Schuster se ha convertido en el entrenador más deseado de la pretemporada. Alabado en su país y apalabrado por el Real Madrid, este alemán (Augsburgo,22 de diciembre de 1959) de alma española ha moldeado su agrio carácter para poder dar el salto desde el Getafe a un primera fila. El rendimiento de este alemán amante de la siesta y del ajo en un equipo campeón es una incógnita. Si al final firma por el equipo blanco, no sería el primer entrenador que demuestra su valía y que no puede con el complejo sistema jerárquico que rige en el vestuario blanco. Otro ex madridista, José Antonio Camacho, fracasó en su empeño de meter en cintura a toda una pléyade de estrellas cuando venía de dirigir vestuarios más cómodos como el del Rayo Vallecano, el Espanyol o la selección. Tras permanecer dos temporadas parado, recibe su primera oferta desde España. El Xérez confío en él para subir a Primera, pero se quedó a tan solo tres puntos del ascenso. En la 2002-03, el club andaluz repite apuesta con Schuster. Pero cuando restan tres partidos y el ascenso es una quimera, la directiva decide echarle. Fuerte carácter Ucrania se convirtió en el siguiente destino del germano. Con el Shakhtar Donets sólo aguantó 29 partidos. No pudo ganar el título liguero frente al Dynamo de Kiev y se marchó en busca del calor de Valencia. Por fin, un primera apostaba por él. El Levante, que volvía con los grandes 40 años después, apostaba por el alemán como entrenador en esta nueva etapa. Pero una vez más, los resultados (sólo 9 victorias en 34 partidos) y las malas relaciones con los jugadores marcaron su paso. Una vez más, el carácter del alemán influía en exceso. En 1986, cuando fue cambiado en la final de la Copa de Europa de 1986 que disputaban Barça-Steaua de Bucarest, se marchó del Sánchez Pizjuán enfadado; un año más tarde, estuvo una temporada sin jugar por enfrentarse a Josep Lluis Núñez; en 1982, cuando nació su hijo, decidió abandonar la selección. Su forma de ser provocaba temor entre sus compañeros, incluso cuando tuvo la oportunidad de volver a la selección. En 1994, enrolado en las filas del Leverkusen y machacado a sus 34 años. Con el paso de los años, el irascible y exquisito centrocampista ha limado su forma de ser. Se ha convertido en una persona más cerrada, centrada en su familia (a la que se asoció con la iglesia de la Cienciología) y en triunfar en el plano profesional. En sus dos temporadas en el Getafe, lo ha logrado. Schuster ha demostrado su capacidad de sacar el máximo rendimiento a dos plantillas que eran como el día y la noche. Ahora le toca lidiar con un primer nivel.