Los precios de este tipo de alojamiento crecieron un 7% el año pasado
El récord de visitas a pisos turísticos en 2024 tensiona más el problema de vivienda
El uso se dispara en España mientras se pierden casi 100.000 inmuebles de alquiler el año pasado

Una pareja toma fotos de una casa con pisos turísticos.
El buen momento que goza el turismo español, con la previsión de alcanzar los 100 millones de turistas este año, se ha reflejado en el aumento de las pernoctaciones y, en concreto, de los apartamentos turísticos, cuyo crecimiento ha provocado un repunte de los precios contribuyendo a tensionar aún más el mercado de la vivienda. Las noches reservadas en plazas extrahoteleras alcanzaron en 2024 un nuevo récord histórico con 142,6 millones y un aumento del 3% respecto a 2023, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Más de la mitad de las pernoctaciones del año pasado corresponden a apartamentos turísticos, seguida de los campings, con el 34,5%; alojamientos rurales, con el 8,9%, y el 6,5% restante en albergues. Las cifras constatan que el buen ritmo de la demanda de viajeros hacia España se mantiene tras la pandemia. La desestacionalización permite sumar turistas más allá de los destinos de sol y playa también en temporada baja en plazas alternativas a los hoteles, por lo que la estancia por parte de clientes extranjeros aumentó casi un 6% frente a las realizadas por los nacionales, que retrocedieron medio punto frente al ejercicio anterior. Estos números han favorecido el alza de los precios: un 7,1% más en el caso de los apartamentos turísticos, un 5,2% en el de los campings y un 4,5% en el de casas rurales.
El ‘boom’ de los pisos turísticos, con Canarias consolidándose un año más como destino preferido de este tipo de reservas y Reino Unido como primer mercado emisor, se encuentra en el punto de mira de las administraciones. El auge de este tipo de establecimientos se ha trasladado a la oferta y los precios de la vivienda habitual en España. En 2024 la oferta de pisos en el mercado se contrajo hasta las 717.338 unidades —96.512 menos respecto al año anterior— elevando la media de las rentas hasta los 1.118 euros, un 11,2% más que en 2023, según el Barómetro del Alquiler de 2024, del Observatorio del Alquiler de la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos. Barcelona se sitúa como la provincia más cara para alquilar en España, con un alquiler medio de 1.604 euros, y concentra más de un tercio de los inmuebles perdidos en toda España: el 38,7%.
Y en ciudades como Málaga, Valencia, Sevilla, Alicante, Granada, Córdoba, Las Palmas de Gran Canaria, Santander, Gijón, Murcia y Pamplona ya hay más pisos turísticos que plazas hoteleras, según los datos que dio a conocer Exceltur en octubre. Esta semana País Vasco se ha convertido en el segundo territorio, tras Cataluña, en tener zonas de alquiler tensionadas tras la resolución del Ministerio de Vivienda de declarar en esta situación al municipio guipuzcoano de Rentería. En este contexto, los municipios más afectados empiezan a tomar cartas en el asunto. El Ayuntamiento de Palma de Mallorca ha dado el primer paso esta semana para prohibir la residencia en caravanas cuyo uso ha aumentado ante la falta de vivienda. Y el consistorio de Valencia aprobó el viernes la norma que limita los apartamentos al 2% de las viviendas por barrio, aunque no será retroactiva ni suspenderá la renovación de licencias ya concedida. Mientras tanto, los sindicatos redoblan la presión sobre las comunidades autónomas para que certifiquen las zonas tensionadas en las localidades que más presión sufren. Este domingo 2 de febrero hay convocadas por UGT protestas en diferentes ciudades a las 12.00 horas "para lograr un alquiler más racional y justo y que sea parte del escudo social".