Defensa capitaliza en Valladolid el Eurodrone pese al potencial de León
El Ejército siempre ha ensalzado todas las capacidades del espacio aéreo leonés para los drones

La torre de control del aeródromo leonés se modernizó en 2019.
El potencial de León para los drones ha sido uno de los ganchos para que Defensa haya apostado por la provincia para varias unidades militares y está previsto que, tras el cambio de organización en el Ejército del Aire y del Espacio y la creación de la Base Aérea de León, llegue al aeródromo el nuevo Sirtap, un vehículo tripulado remotamente, diseñado en España y preparado para operar en las condiciones climáticas y operativas más adversas. Más allá de este nuevo sistema de dron, el Ejército del Aire español también se ha embarcado, junto con otros países, en el Euromale o el Eurodrone, un programa europeo cuyo sistema permitirá mantener dos aeronaves en vuelo de forma permanente, como señala la Revista Española de Defensa que edita el ministerio.
La intención del Ejército del Aire es que el Eurodrone se asiente en el Ala 37, en la vallisoletana base de Villanubla. Una intención que está marcada tras la «despedida» del Aviocar, que ha operado desde Valladolid desde 1974, pero «las dificultades para encontrar repuestos para este veterano de los cielos españoles, ha llevado al Ejército del Aire y del Espacio a tomar la decisión de concentrar los últimos aparatos operativos en Alcantarilla, Murcia», como explican desde el propio Ejército. Hasta ahora, las misiones de esta unidad se centraban en «el transporte aéreo de personal o de mercancías, así como el lanzamiento paracaidista de personal o cargas», tal y como recoge la información del Ala 37.
Una decisión a la que la UPL ya ha reaccionado y exige al ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, el vallisoletano Óscar Puente, qué motivos han llevado a la designación de Villanubla como sede de este nuevo sistema pilotado remotamente. Una tendencia que contrasta con la apuesta, tanto del Ejército de Tierra como del Aire y del Espacio y también de la UME, por León para el impulso de estos sistemas, que está avalada por el Grosa, unidad pionera en el Ejército de Tierra en el servicio de los drones a la inteligencia militar, el Gail, del Mando de Artillería de Campaña estrechamente ligado a los UAVs, o, recientemente, la decisión de la Unidad Militar de Emergencias de instalar en la base Conde de Gazola, junto al quinto batallón, la Udrume, otra unidad puntera en el empleo de drones, no sólo aéreos, también terrestres y marítimos. Pendiente está la llegada del Sirtap a la Base Aérea de León, una decisión que aún no se ha definido, pero que encaja con el cambio de designación y la dotación de más capacidades a lo que era el Aeródromo Militar de León, vinculado a la Academia Básica del Aire.
Desde la llegada del Grosa, creado en 2015, siempre se han ensalzado todas las virtudes de León para ser un referente en las operaciones con drones. Además de la climatología, el espacio aéreo poco saturado, lo que permite el vuelo de estos aparatos pilotados remotamente, para los que, además, es necesario segregar espacio aéreo, es decir, abrir una ventana para sus vuelos. Sobre todo, los vinculados al Ejército de Tierra. Ahora, con la Base Aérea de León todo apunta a un crecimiento exponencial de las operaciones de vuelo en la pista leonesa, entre ellas los drones. Todo ello, teniendo en cuenta que el aeródromo de La Virgen del Camino crecerá tras el cambio de nombre en instalaciones para adaptarse a las nuevas demandas del Ejército del Aire y del Espacio, entre ellas las operaciones vinculadas a los vehículos tripulados remotamente, por los que se está apostando claramente en los últimos años.