El contrato del 'gran hermano' de León sale al fin con 7,2 M€ tras 18 meses en precario
Los pliegos se abren a poder colocar más fotorrojos junto a los cuatro que ya multan ahora y el radar fijo

El radar de Padre Isla multará en los cuatro carriles y los dos sentidos de circulación.
Hace 18 meses que venció el anterior contrato. Pero, en precario y de forma «irregular», como afeó Intervención, la empresa adjudicataria mantiene el cobro del servicio, mientras el gobierno de José Antonio Diez en el Ayuntamiento de León avanza al fin en la concesión del nuevo compromiso para su ‘gran hermano’: un solo paquete en el que se incluirán todos los sistemas de videovigilancia, con más de 200 cámaras, los semáforos de fotorrojo y el radar que repartirá 7,2 millones de euros durante los próximos cinco ejercicios.
La activación definitiva del contrato llega después de que el tribunal de recursos administrativos Tarsi desestimada el recurso presentado por una de las empresas interesadas, Aeronaval de Construcciones e Instalaciones, S.A, que insistía en que las condiciones conllevaban «una vulneración del principio de igualdad de trato entre los licitadores en descarado favor de la empresa Kapsch Trafficcom Arce Sistemas, S.A., actual prestadora del servicio». Frente a esta tesis, el órgano dependiente del Consejo consultivo de la comunidad resuelve que «no se ha producido arbitrariedad o infracción» en favor de la firma que mantiene en la actualidad y de manera histórica todos los contratos de videovigilancia con el Ayuntamiento de León.
Solventado este escollo, el gobierno de José Antonio Diez sigue adelante con el proceso para adjudicar un contrato que ligará al consistorio con la empresa para los cinco próximos años: tres principales más dos prórrogas opcionales de una anualidad cada una. La suma determina que la empresa que se haga con el compromiso recibirá 7,2 millones de euros por los servicios ligados a «la gestión inteligente del tráfico, la movilidad y el transporte de la ciudad de León que, con vistas al desarrollo urbano, la participación ciudadana, el medio ambiente y la movilidad sostenible, supone el uso de las nuevas tecnologías».
Este ‘gran hermano’ de vigilancia en León incluye la veintena de domos de inteligencia artificial ligados al proyecto de la smart City; los 16 sensores de calidad del aire; el centenar de cámaras aforadoras de vehículos con lectura de matrículas para la zona de bajas emisiones, que sólo multarán en escenarios de restricción por alta contaminación; las 23 cámaras de videovigilancia contra el vandalismo del casco histórico; las 14 de control del tráfico; los 82 semáforos repartidos por el municipio; y los 33 dispositivos de sanción al entrar en las calles peatonalizadas: 16 en la ciudad antigua, 15 en Ordoño II, San Agustín, Burgo Nuevo y Arco de ánimas y 2 en Ramiro Valbuena.
El sistema de control no se acaba ahí. Cuenta con tres carcasas para, de manera rotatoria, instalar un radar fijo, y cuatro semáforos para sancionar a los conductores que se los salten. Entre estos últimos, los pliegos del contrato recogen que podrá haber «controles de respeto del semáforo rojo, para dos carriles, que puedan ser ubicados en las distintas intersecciones de la ciudad reguladas semafóricamente, determinadas por los servicios técnicos del Ayuntamiento y que podrán trasladarse, junto con los fotorrojos existentes, hasta tres veces al año sin que esto suponga ningún coste para el Ayuntamiento».