La liberad irreverente del grafiti en León
Es la forma de expresión rebelde de las útimas décadas. Hace estallar su explosión de color e intrincado dibujo también en la plaza de toros de León, que anuncia un concurso nacional

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Nació como manifestación de la denuncia y el inconformismo, al margen de la ley, como expresión del arte urbano estampado subversivamente en paredes, trenes y trapas. Y ha evolucionado hacia arte sin más, expresado en todos los formatos posibles, sin perder su esencia irreverente. El manejo del aerosol para expresar, a través de colores intensos e imágenes superpuestas (o de la limpieza del blanco y negro, la libertad es total) una de las manifestaciones culturales más en voga. Los grafiteros siguen siendo hoy en una parte salteadores de espacios en los que sellar denuncia y reivindicación, pero también son cada vez más los demandados para cubrir de impacto y mensaje paredes enteras de edificios y espacios que buscan mostrar a gran formado un mensaje determinado.
Más allá, sus intrincadas composiciones son demandadas por muchos proyectos que buscan la fuerza de su expresión para dar visibilidad, o ser imagen, de productos tan tradicionales (y a la vez tan abiertos a la novedad) como el vino. Incluso desde espacios supuestamente arraigados en otras estéticas como una plaza de toros.

Una de las obras creadas para Doce Tejas
Es así en el caso de León. Y es que el arte, el de cada momento, está escrito en las paredes del coso del Parque desde el inicio de sus días, hace ya 77 años. Cuando se inauguró en 1948 la fachada estaba adornada con pinturas toreras, hace ya mucho desaparecidas bajo la brocha gorda de la nula sensibilidad con lo existente.
Aunque el arte siempre ha estado cerca del coso leonés desde que el empresario segoviano Gustavo Postigo se hizo con la propiedad de la plaza y restauró sus instalaciones y su prestigio. Los carteles que han anunciado las sucesivas ferias han contado en numerosas ocasiones con la colaboración de artistas de todo tipo, también de la vanguardia local.

Grafiti en la Plaza de Toros de León.
Ahora la plaza de toros de León anuncia el primer Concurso Nacional de Grafitis Reino de León para las próximas fechas. Un paso más en la apuesta por el arte en todas sus manifestaciones.
De aperitivo, la Bodega Doce Tejas, que adormece sus barricas en los espectaculares locales de ladrillo de los bajos del coso diseñado por los arquitectos Miguel de Codes y Francisco Javier Yarnoz, ha celebrado un primer concurso de grafitis, que a parte de alguna sorpresa taurina ha servido para establecer la imagen de los primeros vinos que saldrán al mercado en la próxima temporada.

Otra de las obras.
A esta convocatoria se presentaron grafiteros de todo el país, desde Huelva hasta Asturias. Para este primer objetivo la ganadora que ilustrará la etiqueta del vino blanco fue Raquel Moledo Montiel; mientras que para el vino con Mencía el ganador fue Wajuno Dario Franco, ambos leoneses. También leonés es el autor de la etiqueta que se imprimirá para el vino de ciranza, Borja Prieto. En cambio en el caso del vermut el ganador fue Antonio Prieto Domínguez, de Huelva. Ahora queda en marcha el concurso nacional que llevará el nombre Reino de León.

Será una de las etiquetas de la bodega.