Fabricar todo lo inimaginable en 3D
Más allá de los investigadores, el laboratorio permite fabricar casi cualquier pieza con una amplia variedad de materiales, con los que llega a múltiples sectores. El equipamiento supera una inversión de 2,6 millones de euros
La Unidad de Fabricación e Impresión 3D de la Universidad de León es uno de los laboratorios más punteros de la institución académica. Vinculado a la Escuela de Ingenierías Industriales, Informática y Aeronáutica, sumará en breve una «potente máquina» para la fabricación de piezas de aluminio y titanio y «dar el salto al sector aeroespacial, la automoción y la movilidad», como señala el director de la unidad, Joaquín Barreiro.
Con la incorporación de esta nueva máquina, la inversión para la fabricación en 3D del laboratorio superará los 2,6 millones de euros en «máquinas de alta gama», ya que la nueva incorporación llega de la mano del Plan nacional de Infraestructuras Científicas y Tecnológicas con una aportación de 600.000 euros. «Ahora se podrán fabricar una gran gama de piezas muy avanzadas, con materiales muy resistentes, de bajo peso y resistentes», explica Barreiro.
La Unidad de Fabricación e Impresión 3D es un laboratorio de apoyo a la formación de los universitarios, pero también ofrece a las empresas la posibilidad de acudir, con una tarifa pública, para conseguir piezas que, de otra forma, no podrían conseguir o, simplemente, llegarían con mucho retraso. Una oferta que no sólo se limita a empresas de la provincia, sino del ámbito nacional y, de hecho, a este laboratorio acuden desde el País Vasco o Madrid para la producción de piezas muy concretas o prototipos para garantizar las posibilidades de un diseño. «Tenemos un servicio personalizado en bajas series de piezas alumínincas (cerámico), metales, como el acero, el aluminio o el titanio... ahora damos todo el soporte a cualquier empresa y a cualquier pedido», remata Joaquín Barreiro, quien también es director de la Escuela de Ingenierías Industriales, Informática y Aeroespacial. Además, estas instalaciones están abiertas a otras universidades y centros de investigación para el desarrollo de acciones de I+D+i, con la posibilidad de fabricar cualquier cosa imaginable de la mano de la impresión 3D en diferentes materiales, con lo que las posibilidades son casi infinitas y válidas para el espacio o para la propia tierra.
Equipos singulares
Entre las piezas que les han demandado, por ejemplo, un casquillo para el arma de un simulador de tiro, boquillas en alumínico de una máquina de soldadura de hilo o soportes de catalizadores para la producción de hidrógeno. Cualquier pieza imaginable y ya casi en cualquier material puede fabricarse en esta unidad, ubicada en el edificio MIC del Campus de Vegazana. «Las empresas de León también recurren a nosotros para reparar piezas que se rompen por la fatiga o recambios porque aquí no es fácil conseguirlos, otras piden prototipos para probarlos antes de lanzar la producción», señala Barreiro.
El laboratorio es de referencia autonómica y con la incorporación de la nueva máquina lo será también a nivel nacional, al convertirse en un puntal para el sector aeroespacial y está integrado por casi una decena de máquinas punteras. Entre ellas, la impresora 3D Phenix PXS con tecnología de impresión directa en metal que permite fabricar piezas y prototipos en diversas aleaciones metálicas que pueden tener como destino el sector aeroespacial, pero también el médico.
La unidad cuenta también con un equipo ProJet 660 por tecnología de impresión a color sobre cerámica para piezas y prototipos en múltiples colores y con elevada calidad y detalle. En este caso, los materiales impresos pueden ser infiltrados con varios tipos de sustancias, «no sólo para asegurar el sellado de la superficie, sino también mejorar sus propiedades mecánicas y superficiales», como explican desde la Unidad de Fabricación e Impresión 3D, donde también cuentan con un equipo para la impresión de piezas en cerámicas para aplicaciones en diversos ámbitos como de entornos que requieran resistencia a muy altas o muy bajas temperaturas, membranas de filtración y separación, catalizadores o prótesis, por ejemplo. Otra de las impresoras es capaz de combinar simultáneamente fotopolímeros flexibles y rígidos, capa por capa a nivel de vóxeles, en una sola pieza y en una sola construcción para lograr diversas propiedades mecánicas. «La familia de materiales está diseñada para generar diferentes grados de flexibilidad y transparencia en una sola pieza», explican en la web del laboratorio, que se cierra con los equipos por estereolitografía que permiten fabricar piezas muy pequeñas, pero con muy elevado detalle y precisión, en resina termoestable, ideales para fundición.
La Unidad de Fabricación e Impresión 3D ofrece a empresas e investigadores su equipo Markforg3D para prototipos de precisión con la técnica de deposición de hilo fundido en nylon con refuerzos de fibra larga continua, «para mejorar la resistencia en aquellos puntos donde sea requerido y proporcionar así una incomparable fuerza, rigidez y durabilidad a las piezas impresas». Por último, pendientes de la nueva incorporación de la nueva impresora para aluminio y titanio, el equipo para prototipos de termoplástico con la técnica convencional de deposición de hilo fundido.
Desde marzo de 2016
Con todo este equipamiento, la Unidad de Fabricación e Impresión 3D de la Universidad de León es un puntal para la investigación y también para la sociedad en general y el sector empresarial al ofrecer este servicio para poder fabricar diferentes elementos, con diferentes materiales, y también con diferentes tamaños, garantizando así las opciones.
La impresión 3D es la fabricación 4.0 y desde su puesta en marcha, en marzo del 2016, la unidad ha ido sumando equipos y ampliando su oferta. Ahora, supera ya los 2,6 millones de euros en inversiones. Los precios que ofrece el servicio son competitivos. Las máquinas, además de producir o diseñar, también permiten retocar cualquier parte de una pieza por compleja que sea. Y es que la fabricación aditiva puede producir casi cualquier pieza, por compleja que sea. En resumen, la Unidad de Fabricación e Impresión 3D de la Universidad de León puede realizar tareas de modelado, fabricación rápida y prototipado, inspección e ingeniería inversa a una gran diversidad de campos de aplicación tales como el diseño, la fabricación, al mundo artístico o aplicaciones médicas y bioingeniería, aplicaciones topográficas, GIS o arquitectónicas. Un laboratorio universitario y científico abierto a todos los agentes sociales para seguir innovando y apostando por el desarrollo más puntero desde las instalaciones académicas.