Carmen Lomana, la mujer reversible: "A León le falta una Ayuso"
La feria de las vanidades dura poco, pero a ella se la rifan los productores de televisión, prensa y medios digitales como mujer que a sus 76 años capta paradójicamente al público más joven. Carmen Lomana saca las garras de su ADN leonés para abordar una larga entrevista exclusiva sin líneas rojas
Cada frase de Carmen Lomana es replicada en todos los medios de comunicación, ya no solo los del corazón, pero sus entrevistas son hoy una rareza. A este periódico le ha concedido una en exclusiva, larga y sin líneas rojas. Motivos tiene: porque así le hubiera recomendado su madre, leonesa hasta la médula, y porque para ella «León es León». Además tiene que explicar eso de que es «una mujer reversible».
—A León usted que no se lo toquen, y va y suelta Ágatha Ruiz de la Prada que Carmen Lomana ha nacido en un pueblo de por ahí.
—La maleducada y arrogante Ágatha, despreciando a León, a los pueblos.
—Pero, ¿por qué usted?, si antes eran amigas.
—Me cogió envidia. El simple hecho de que... O sea, ella tiene que ser ella sola y sola se ha quedado. Ayer estuve en la ópera y vi a Pedro J. ¿Y sabes con quién pasan las Navidades? Todos en casa de Pedro. Ágatha está sola. Su familia, sus hermanos, nadie le habla. Sus primos tampoco porque con la que armó para quedarse con el título... Porque ese título era para su primo, que, a la vez, era el marido de Cayetana Álvarez de Toledo. Era el mayor de los hombres, pero Ágatha es un poquito mayor de edad que él, y por eso la armó.
"León es demasiado maravilloso para que llegue alguien como Ágatha Ruiz de la Prada a contaminarlo"
—En realizar lo que hizo Ágatha Ruiz de la Prada fue uso de la ley.
—No, no, creó jurisprudencia. No existía esa ley. Pero J. luchó, luchó y luchó. ¿Y por qué se casaron un mes antes o dos de que Pedro le dijera a Ágatha hasta aquí, yo ya me voy? Porque Pedro le hizo el favor de casarse para que su hijo pudiera heredar el título. Porque, si no estás casada, la Diputación Permanente y Consejo de la Grandeza de España no lo acepta. Esa ley sí que tenían que cambiarla.
—¿Y qué le aconseja? ¿Que se dé una vuelta por aquí por León?
—No, no, que no contamine León. Mejor que no. No cortes esto: León es demasiado maravilloso para que llegue alguien como Ágatha Ruiz de la Prada a contaminarlo. Punto, ya está. Que vaya a Hospital de Órbigo, que vaya a Mansilla de las Mulas, que vaya a todos los pueblos llenos de historia, que son la historia de España. Que vaya a cualquier pueblo de León y se va a dar cuenta de lo maravillosos que son. Ya no te cuento La Maragatería. La gente es muy inculta, por eso dice barbaridades.
—Tirando de aristocracia al más alto nivel. ¿Qué opina de Bárbara Rey y todo lo que está saliendo ahora? ¿Se puede considerar un ataque al rey?
—Yo no creo que sea un ataque al rey. ¿No? Yo creo que es contar una realidad que le ocurrió a ella, y no la estoy defendiendo. Me parece que chantajear a alguien para asegurarte el futuro es lo más bajo que puedes hacer, pero yo creo que ahí no hubo amor ni por parte de ella ni por parte de él, lo cual justifica algunas conductas, ¿no? Que parecen tremendas, porque el rey... Mejor me callo, porque, o sea, es que el rey se tiraba todo lo que se movía. Porque yo sabía de todas, de casi todas, con las que ha estado. Madre mía. Muchas me lo han contado, pero, a mí, mira, las cuestiones de cama del rey, sus vicios, son problema de él, siempre que no afecte a España. Pero es que, claro. Lo que ya no me gusta es que paguen a las amantes con fondos reservados. ¡No, hombre! Y con lo de Corinna ha seguido demostrando que no es muy inteligente este hombre o es demasiado confiado, porque se habla de comisiones bastante abultadas.
—Esa doble moral como jefe de estado, aunque sean asuntos de cama, sí deben preocupar. Alguien se puede enamorar de un jabalí, pero...
—Con un jabalí no, que son muy feos.
—¿Pero es inmoral o no?
—A mí me parece muy inmoral casi todo lo que ha hecho. Totalmente. Y sobre todo me parece que se ha cargado un reinado que en cierto punto también hizo cosas buenas. Pero nada más.
"Me parece que chantajear a alguien para asegurarte el futuro es lo más bajo que puedes hacer"
—¿Republicana?
—No, yo no soy republicana. Te voy a decir por qué. Tampoco soy monárquica. El amor por la monarquía que pudiera tener se terminó en algunos reyes ya hace mucho. Pero interesa tenerlos porque son los mejores embajadores. Prefiero que vayan ellos, ¿no? No sabemos quién podría ser el jefe del Estado, que muchas veces no tiene entidad ni histórica ni personal.
—Mazón, Felipe González..., cualquiera hubiera podido haber salido elegido como primer ministro.
—Es un horror. Mira cómo están en Francia y, bueno, en Francia en general han tenido buenos políticos. Se preparan para eso.
"¿Lo de Valencia es culpa del cambio climático? No, es culpa de los hombres, de la dejadez que ha habido"
—Ya que ha surgido el nombre de Mazón, hay que recordar que usted fue tiene un gran vínculo con Valencia. Yo he visto fotos en su álbum familiar vestida de fallera.
—Amante de Valencia. Eso es. Enamorada con todo mi corazón.
—¿Cuál es su mensaje para ellos con el drama que aún están viviendo?
—Te digo que he sufrido muchísimo viendo lo que ha pasado. Que eso no es una dana, eso es dejadez, porque hace mucho tiempo que hay un plan para que el barranco del Poyo no pase por ahí y ocurra lo que ha ocurrido. Se sabía que eso podía pasar. Ha sido una serie de despropósitos. Han pasado totalmente. En Castellón y en Alicante no ha pasado, porque estaba bien organizado. Tampoco en Valencia capital, que hace muchos años se desbordó el Turia y Franco, que parece que sea el innombrable, hizo un desvío bien hecho del río, como había que haber hecho en todas las zonas donde ha ocurrido la catástrofe. ¿Es culpa del cambio climático? No, es culpa de los hombres, de la dejadez que ha habido.
—¿Cómo está de salud después del achaque de hace unos meses?
—¿Qué achaque tuve?, es que ya no me acuerdo. No sé a qué te refieres. Ah, que tuve un tumor benigno. Fíjate, se me había olvidado. Tenía un bulto en la parótida y ni caso. Y lo veía pero siempre pensé que era un ganglio. Pero una amiga lo vio y me llamó loca. Me asusté mucho porque si hubiera sido maligno ya no estaría hablando contigo, pero gracias a Dios salió bien. Porque, ojo, advertencia a todo el mundo para cuidarse. Al final me operaron maravillosamente tres médicos, uno de estética, porque si cortan, tocan lo que no deben y se te queda toda la cara torcida, ojos y todo. Pero gracias a Dios, no. O sea, me quedé perfectamente. Me recuperé en muy poco tiempo. Qué bien. Y no era maligno, así que dando gracias.
—Felcidades y bien por ese mensaje del autocuidado.
—Siempre he tenido muy buena salud. Me cuido. Hasta hoy, claro, pero no se sabe.
—Bueno, algún día la naturaleza hará su trabajo con todos nosotros.
—(Breve silencio).
—Hablemos de esta libertad que tiene para hablar de todo, sobre todo con una educación tan seria como la que tuvo.
— Yo también soy seria. No es excluyente. Siempre he sido así. He sido tímida de pequeña, pero enseguida la timidez me la fui quitando porque pensé que era algo que que no era bueno. Me hubiera encantado no tener miedo, no ser tímida, pero la vida es todo una cuestión de voluntad, de superarte. Pero de todas formas, siempre he sido muy libre. Yo nunca he tenido miedo a nada, a casi nada, y desde luego, a hablar tampoco. Es que tengo mucho sentido de la justicia, y mucho sentido de, bueno, de lo que yo creo, y ya está.
"Ese descaro; lo que hemos visto en el Congreso de Sevilla, cómo aplaudían a Chaves y a Griñán. ¡Condenados! Cuando entró la mujer de Sánchez, que yo no te digo que no sea inocente, pero vamos, no está la cosa para aplaudirla como si fuera la Macarena"
—Eso es política, ¿no le tienta?
—No, he visto lo que hay. No, no, no. Si pudiera estar con gente que tuviese ética, moral, que realmente quisiera el bien del pueblo de los españoles, que quisiera entregar unos años de su vida, de sus conocimientos para ayudar a que todos viviésemos mejor... Pero ahora parece, no solo que no ayudan, sino que nos exprimen a todos, a todos, ¿eh? Sobre todo a los autónomos. Y luego ese descaro; lo que hemos visto en el Congreso de Sevilla, cómo aplaudían a Chaves y a Griñán. ¡Condenados! Cuando entró la mujer de Sánchez, que yo no te digo que no sea inocente, pero vamos, no está la cosa para aplaudirla como si fuera la Macarena cuando entró en el Congreso. Era un fanatismo, una locura. ¿Qué es esto? ¿El ser o espíritu crítico ha desaparecido del socialismo? ¿La decencia?
—Dedencia. Esa palabra que tanto ha utilizado Pedro Sánchez electoralmente.
—Se ha cubierto de gloria, pero para mal. Pero vamos, que me da igual, si es que no me voy a meter directamente con él, sino con todo lo que hay a su alrededor, ¿no? De todas formas, el culpable de muchas situaciones que tenemos ahora es Rajoy. Para mí Rajoy ha sido de los peores políticos que hemos tenido. Ha abandonado al pueblo totalmente. Totalmente, eh. Mintió también muchísimo. Y era pusilánime, era una persona nada valiente, un desastre. Por eso ahora, te digo una cosa, a mí Sánchez me parece un fenómeno como político, no para bien, pero es un fenómeno. Y luego hay otro tema. La economía en España va muy bien, tiene un gran crecimiento, y eso hace que él tenga una salvaguarda también.
"El culpable de muchas situaciones que tenemos ahora es Rajoy. Para mí Rajoy ha sido de los peores políticos que hemos tenido. Ha abandonado al pueblo totalmente. Totalmente, eh. Mintió también muchísimo. Y era pusilánime, era una persona nada valiente"
—Continuando con política, no podemos dejar de lado el leonesismo, más aún después del exabrupto de Ágatha Ruiz de la Prada y el zasca con el que usted la respondió. ¿En qué espectro se mueve usted? ¿Es de León sin Castilla?
—En mi opinión, el Reino de León tendría que estar solo o con Asturias. El Reino de León tiene una gran identidad, pero Valladolid se ha comido el pastel en la autonomía. En fin, yo te digo, históricamente, Castilla era un condado y León era un reino. La primera reina, hablando de feminismo, que hubo en España y en Europa fue Doña Urraca. Una mujer increíble, que está enterrada en San Isidoro y a la que deberían llevar flores. Yo soy igual que mi madre. Mi madre quería el Reino de León. Por ley natural, en todo caso, unido a Asturias, o el Reino de León solo.
—Cuente cómo y cuándo conoció a Rodolfo Martín Villa.
—Recuerdo una cena que me sentaron al lado de él. Yo tenía 17 años. Madre mía. Hablamos muchísimo. Yo me quedé bastante fascinada por todo lo que me contó. Me habló de la censura en España. De cómo censuraban hasta las cosas más absurdas en televisión. Sí, sí. Claro, me hizo mucha gracia y me asombró, claro, porque yo no tenía ni idea de política. En mi casa Franco era Dios. Bueno, no Dios, pero era una persona a la que jamás nadie le faltó el respeto.
—Tampoco le faltaron el respeto a tus amigos gais en esa época difícil.
—Mis padres tuvieron enorme respeto por todo el mundo. Para empezar, en general, mi casa no se criticaba, no sé. Y desde luego jamás a una persona por su orientación sexual. Porque yo tenía desde muy jovencita amigos gais. Y además muy exagerados algunos. Y mi padre se llevaba fenomenal con todos. Me decía: tienes unos amigos encantadores, pero un poco extravagantes, ¿no?
—¿El covid nos ha hecho mejores o peores?
—No sé qué ha pasado. Ha sido como una vuelta de tuerca. La gente ha salido como amargada, rabiosa, con menos empatía. Al principio tuve miedo. Pero luego me adapté. Y bien, tuve algunos momentos de un poco de tristeza enorme porque no sabía qué pasaba ni dónde estábamos. Ni si me iba a morir. Porque era terrorífico.
"En mi casa Franco era Dios. Bueno, no Dios, pero era una persona a la que jamás nadie le faltó el respeto"
—Pues imagínese esas mujeres que tuvieron que pasar días de confinamiento con sus maltratadores, por ejemplo.
—Lo que tuvieron que haber pasado tantas y tantas... No es una cosa que yo diga ahora para quedar bien. Pensaba en esta gente y en lo que han sufrido los niños. Pero cuando las cosas van mal los seres humanos tenemos como una capacidad de olvidar, de quitar todo aquello que nos ha hecho daño...
—Una manera de supervivencia.
—Claro, claro. De la misma manera que yo siempre digo que la frivolidad es absolutamente necesaria porque te ayuda a sobrevivir.
"La gente ha salido de la pandemia como amargada, rabiosa, con menos empatía"
—Igual que la vanidad.
—La vanidad es quererse a uno mismo.
—Y a veces a los demás. La vanidad no tiene por qué ser propia, puede ser compartida.
—Claro que sí.
—Por su experiencia ya sabrá que esa feria de las vanidades suele durar muy poco. Pero en su caso ha sido lo contrario y en eso a lo mejor usted tiene la respuesta. ¿Por qué una mujer de 76 años engancha y conecta especialmente con la gente joven?
—Para mí eso es como un milagro. Porque voy por la calle y me paran cantidad de chicas y chicos jóvenes, pero muy jóvenes, de 18, 17, 20. Y a veces les pregunto, ¿pero de qué me conocéis? «Carmen, de todo». Me dicen que soy un referente. Entonces, eso es una bendición de Dios. Eso es una suerte. Eso yo no te lo podría contestar. No tengo ni idea. Pero es así.
"A León le falta una Ayuso"
—Es todo un fenómeno, desde luego.
—Yo cuando empecé, casi en broma, a trabajar en los medios era porque estaba hecha polvo. Y pensé, esto me va a ayudar a salir de este hoyo.
—¿Tan baja estaba de ánimo?
—En ese momento me acababa de quedar viuda... [Una llamada interrumpe la conversación y pone al periodista en espera]. Perdón que esperaba una llamada. Lo de Madrid es un horror, hay millones de personas que vienen y todo el mundo quiere venir a comer o a cenar. Pediría por favor que no vinieran tantas personas a Madrid el fin de semana...
—Pues aquí en León serían bien recibidos, con sus vinos, sus tapas...
—Teníais que tener una presidenta de Comunidad como Ayuso. Ella le dio ese impulso a Madrid.
—¿Por qué le gusta más Isabel Díaz Ayuso que Alfonso Fernanández Mañueco, se conocen?
—A Mañueco no le conozco. Pero es que Ayuso tiene ese punto de barrio y habla el mismo lenguaje en muchos momentos que Sánchez: «Oye tú, qué hay, a ver, venga, vamos a hacer un pulso». Ella es así, ella no tiene que hacer nada porque ella es así. Tiene un punto cheli y luego está muy bien dirigida por Miguel Ángel Rodríguez. Ahora ya puede volar sola.
"Yo cuando empecé, casi en broma, a trabajar en los medios era porque estaba hecha polvo. Y pensé, esto me va a ayudar a salir de este hoyo"
—Feminismo.
—¿Qué me van a contar a mí de feminismo? Toda mi vida, toda mi vida he sido una mujer que, no en nombre del feminismo ni de nada, en nombre de mí misma como mujer, he sabido que la única libertad de las mujeres es la cultura y ganar tu propio dinero, no tener que depender de nadie que te mantenga. Pero ahora parece que se está revirtiendo porque la cantidad de mujeres que lo único que buscan son hombres riquísimos, futbolistas, por ejemplo, para que las mantengan. Y sus ídolos son mujeres, no mujeres cultas, mujeres científicas, mujeres que aportan a la sociedad, sino mujeres como Georgina, que a mí me atendía como dependienta hace mucho y era más simple que un ganso. Y ahora, pues lo único que les muestra a las mujeres es la cantidad de cosas que tiene: el avión privado, los bolsos, la ropa, las joyas. Me encanta y me alegro por ella que lo tenga, pero no puede ser un ejemplo a seguir solo por lo que tiene, no por lo que es.
"¿Qué me van a contar a mí de feminismo? Dantidad de mujeres buscan hombres riquísimos, futbolistas, por ejemplo. Y sus ídolos no son mujeres cultas, mujeres científicas, mujeres que aportan a la sociedad, sino mujeres como Georgina, que a mí me atendía como dependienta hace mucho y era más simple que un ganso"
—Carmen Lomana, bella por fuera. ¿Qué le queda por dentro?
—Hay una amiga que me llama reversible porque dice que soy bella por dentro y bella por fuera.
—Pese a la pijería que se la presupone parece tener un punto bohemio, ¿cierto?
—Cuando me has hablado antes de libertad, todos estos, desde Úrculo a Luis Uría, eran intelectuales de izquierda. ¿Por qué me atraían a mí con 16 años y 17? Que me tenían como si yo fuera un pin, ¿no? Alguien que les hacía mucha gracia. Bueno, pues al final eras una observadora.
—En enero publica autobiografía.
—A finales de enero. Sí, creo que el 29 de enero. Pero ya pueden reservarla en Amazon, ¿eh?
—¿Cómo se titula?
—Pasión por la vida. Si no hubiera tenido pasión estaría hundida, deprimida, sería una mujer reventada.
—No parece que en su naturaleza vaya eso. Pero bueno, si usted lo dice, yo la creo.
—Cuando he estado así, me he retirado de todo hasta volver a mí misma.
—Se acerca una fecha dura y es el aniversario del fallecimiento de su único marido, Guillermo...
—El viernes fue mi aniversario de boda. Guillermo se mató exactamente en el accidente el 8 de enero. Sus restos y los de su padre, que los trasladaron desde Santiago de Chile, están en León.
"Trabajar en los medios me ha enseñado muchas cosas. He aprendido a ser mucho más tolerante con todo. Y a ser un poco más… no pasota, pero ya no soy tan radical"
—¿Le sigue reconfortando venir a León a visitar el panteón?
—Sí. Es llegar en el AVE e ir al cementerio. Procuro ir con mi hermana, limpiar la tumba y tal, ver cómo está. Comemos y nos volvemos.
—La primera entrevista con usted la tengo delante y es de 2010. ¿En qué ha cambiado Carmen Lomana desde entonces?
—A ver, yo en lo esencial no he cambiado. Quizá he aprendido, no sé. Trabajar en los medios me ha enseñado muchas cosas. Sociológicamente, en fin. Y he aprendido. He aprendido a ser mucho más tolerante con todo. Y a ser un poco más… no pasota, pero ya no soy tan radical. Y, bueno, el escribir es una cosa que me ha ayudado. Es una terapia. Es una terapia.
—De todos los leoneses que triunfan en los medios, como Calleja, Dani Martínez, Frank de la Jungla… ¿Hay alguno que le caiga especialmente bien o mal?
—Calleja me cae muy bien.
—Tengo delante los periódicos del día y salen muchos nombres: Letizia, Sánchez, Feijóo, Abascal, Milei… Dígame un nombre que realmente ahora mismo le fascine por algo.
—Milei está como una cabra, pero dicen que Argentina va un poco mejor. En política internacional se está moviendo, pero Argentina está destrozada. Destrozada. Mira, yo en este momento no tengo ningún ídolo político. Ninguno.
"Letizia va de cualquier cosa menos de reina. Es importante eso. Pero ella es una buena ejecutiva"
—¿Qué opina de Letizia? Porque cuando hablamos la última vez fue muy crítica.
—Yo creo que a Letizia le encanta, o sea, Letizia es... O sea, va de cualquier cosa menos de reina. Es importante eso. Pero ella es una buena ejecutiva. Le encanta además estar sola. No en compañía de nadie, sino tener sus propios actos. Lucirse, habla muy bien. Es una mujer culta que se prepara mucho todo lo que hace. Lo que pasa es que es demasiado egocéntrica. A ella le gusta lucirse. Que la gente vea qué inteligente es y qué bien trabaja. Pero es una inspiración para mucha gente. Muchas mujeres, claro.