Pilar Pérez, la farmacéutica leonesa que lidera un laboratorio de cosmética natural en La Robla
La farmacéutica leonesa Pilar Pérez es la fundadora de un laboratorio de biocosmética en La Robla que combina ciencia y naturaleza y además de una línea propia elabora para clientes que demandan incluir productos naturales de su tierra

Pilar Pérez, a la derecha, con una de las trabajadoras del laboratorio Valles de Alba en La Robla.
La canción de Radio Futura fue premonitoria sin saberlo. ‘Dicen que tienes veneno en la piel... y es que estás hecha de plástico fino’. El impacto que en la salud tienen los materiales derivados del petróleo como el petróleo y otras sustancias no inocuas que componen el 99% de la composición de la cosmética convencional (los excipientes) tienen sus efectos en el organismo a través de la piel.
La farmacéutica leonesa Pilar Pérez ha dado un paso al frente para sacar al mercado una línea de cosmética que une los principios activos efectivos de la cosmética convencional (retinol, vitamina C, vitamina A, ácido hialurónico, etc) con excipientes naturales como el silicio orgánico o el aloe vera que aportan «mucha nutrición y alimentación a la piel».
Empezó con fórmulas magistrales que preparaba en su farmacia de La Robla entre 2010 y 2011. En 2019 decidió dar un salto en su vida profesional y empresarial de la mano de la cosmética. «Traspasé la farmacia y monté el Laboratorio Valles del Alba, adaptado a la normativa europea de cosméticos», señala.
Una iniciativa que se topó al año siguiente con la pandemia y que, aunque «es una carrera de fondo», Pilar Pérez ve que tiene posibilidades. A su línea de cosmética Albalab Biocosmética Natural es la marca que con la que emprendedora leonesa ha debutado en el sector.
«Nuestro objetivo es conseguir una piel sana, considerando la piel un órgano tan importante como los demás», apunta. Esto implica mejorar no solo el aspecto externo, sino también «ayudar a conseguir un equilibrio con el resto del organismo con el que está íntimamente relacionada».
Oriunda de la comarca de Astorga y licenciada en Farmacia por la Universidad de Santiago de Compostela, Pilar Pérez compró la oficina de farmacia de La Robla en 1983, cuando la minería aún estaba en auge. «Tenía muchas patologías relacionadas con la minería y eso me fue llevando a indagar en la medicina natural y medidas para prevenir», explica.
En las tres décadas de experiencia profesional ha combinado la dispensación y consejo tradicional del medicamento con una dispensación orientada a la prevención y al mantenimiento de un modo natural con una extensa formación en medicina natural, homeopatía y dermocosmética y cosmetología. Asimismo, ha cursado estudios en fitoterapia, aromaterapia, nutrición orto-molecular y dietoterapia.
Una veintena de productos entre serum, cremas, contorno de ojos, aceite facial, lociones, cuidado corporal, limpieza y complementos alimenticios constituyen la oferta de su línea cosmética propia. «Venimos de las plantas y muchas de nuestras estructuras son similares, aunque no siempre son efectivas», explica.

El laboratorio Valles del Alba de La Robla emplea a tres personas.
Para desarrollar esta línea de cosmética natural y ecológica se ha centrado en unir lo «más útil y beneficioso para la piel de las dos cosméticas», buscando un resultado similar a alimentarse de forma equilibrada y con una dieta saludable frente a una alimentación basada en platos ultraprocesados.
Sus productos buscan «restaurar la barrera dérmica enriquecida con los principios activos desarrollados por la cosmética convencional», mientras que los excipientes, incluso los conservantes o emulgentes se busca que tengan efectos beneficiosos sobre la piel. «Es una cosmética 100% activa con el fin de lograr una piel más viva y nutrida», subraya.
Una técnica innovadora, la sonicación, permite mejorar la extracción de los principios activos que están en el interior de la planta rompiendo las paredes celulares y obteniendo mayor cantidad de activos y en mayor concentración.

Imagen del laboratorio roblano fundado por Pilar Pérez.
Pilar Pérez es una apasionada de su oficio. «Cuando más conoces del ser humano, del cuerpo y de las emociones, sabes que la salud es un equilibrio de muchísimas cosas», apunta. En la sociedad desarrollada occidental, «tenemos muchos medios para la salud, pero también hay muchos factores que la ponen en riesgo» como son los siempre repetidos «estrés, prisa y no comer adecuadamente».
El desequilibrio se nota en la piel. «Los problemas han aumentado muchísimo. Hay bebés con dermatitis y el cáncer de piel ha aumentado un 38% en los últimos cuatro años, lo que supone un aumento de casi un 10% por año y ello pese a que hay más conciencia de los peligros del sol», añade.

Pilar Pérez, farmacéutica leonesa.
Otro factor que está repercutiendo en la piel es la alimentación. «En los últimos cien años hemos cambiado más la alimentación que en el resto de la historia de la humanidad», señala.
La cosmética tiene impacto en la salud. «Usamos muchos productos cosméticos y cada uno tiene esas pequeñas concentraciones que rompen la barrera cutánea y la piel no reacciona. Por eso es importante que sean naturales», defiende.
La emprendedora leonesa señala la importancia de la transparencia. «Hay marcas que son respetuosas, pero hay otras que ni siquiera sabemos qué productos usan», apunta. Ahora están en el punto de mira «los tintes que se usan en los esmaltes permanentes».La contaminación y otros muchos factores contribuyen a la enfermedad.
«Los productos funcionan muy bien y a muchas farmacéuticas les han parecido interesantes», comenta. Algunas les piden líneas con una marca particular y que incluya ingredientes de su zona. «Una farmacéutica de Almería nos pide que usemos productos del Mediterráneo», señala como ejemplo.
Las sinergias locales también han llegado a esta iniciativa. La farmacia ponferradina de Marta Rodríguez Tato lanza una línea de cosmética en la que priman productos naturales de El Bierzo y de Oriente Medio siguiendo la estela de El viaje de Egeria. Estos productos combinarán ingredientes como el aceite de argán o la rosa damascena con los más cercanos y propios de la comarca.
Pilar Pérez tiene su hoja de ruta para el viaje que ha iniciado de la mano de su empresa de cosmética natural. «Combinar naturaleza y ciencia» es la brújula de su empresa. Una carrera de fondo acompañada de dos trabajadoras en el laboratorio, «empleo de calidad en una cuenca minera», y las empresas externas que colaboran en acciones puntuales.