Diario de León

Los 20 comisionados interrogaron a 54 comparecientes durante 182 horas en seis meses

Comisión del 11-M: una investigación de muchas horas y pocos resultados

Los interrogatorios, más que buscar la verdad, intentaron apuntalar las tesis de cada grupo

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Ramón Gorriarán - madrid
León

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«A los terroristas islamistas les daría un consejo: las veinte huríes esperando en el paraíso no existen, el paraíso lo tenemos que hacer aquí, poquito a poco, ayudándonos y haciendo un mundo más justo» PILAR MANJÓN, presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo Las 54 comparecencias ante la comisión parlamentaria sobre los atentados del 11-M se prolongaron durante 182 horas y 15 minutos y sus testimonios están recogidos en 1.887 folios del diario de sesiones del Congreso. Los 20 comisionados interrogaron a 15 políticos, 14 po-licías, 11 guardias civiles, ocho expertos, tres miembros de la carrera judicial, y tres civiles. Y todo para nada, pues ni se ha investigado ni se ha descubierto nada relevante. Todo empezó el 6 de julio con la declaración del portero del inmueble de la finca de Alcalá de Henares que descubrió la furgoneta de los terroristas, y terminó el 15 de diciembre, con las palabras de Pilar Manjón y Francisco Alcaraz, representantes de las víctimas. Entre medias, un desfile de unifor-mados y civiles repartidos en 21 sesiones de trabajo. En definitiva, todo desmesura y grandes cifras para escasos resultados. La pugna entre el PSOE, los nacionalistas e IU con el PP por lo que ocurrió entre el 11 y el 14 de marzo lo anegó todo, y los interrogatorios, más que buscar la verdad, intentaron apuntalar las tesis de unos y otros. Los populares reiteraron una y otra vez que su Gobierno no mintió y acusaron al PSOE de manipular los hechos para ganar las elecciones. Los socialistas, todo lo contrario, intentaron demostrar que el Ejecutivo de Aznar no dijo la verdad y se inventó la autoría de ETA para ganar los comicios. Algunos datos, con todo, salieron a la luz. Uno fue que el principal argumento que manejó el Gobierno para pensar en ETA tras los atentados fue un error de un agente del Tedax que concluyó que la dinamita era titadyne, dato que transmitió a sus superiores y por la cadena de mando llegó al ministro del Interior. A las pocas horas se deshizo el entuerto y se supo que era goma dos, aunque el Gobierno mantuvo la tesis inicial muchas horas después. También se comprobó que las fuerzas de Seguridad tuvieron la mosca detrás de la oreja desde el primer momento y el mismo 11 de marzo distribuyeron retratos de personas con rasgos árabes. La magra cosecha de resultados no se debió a que faltara tiempo para preguntar. Hubo sesiones maratonianas, pero las declaraciones más largas fueron, tal vez, las que menos aportaron al esclarecimiento de los hechos. La «medalla de bronce» se la llevó el Ángel Acebes, con 10 horas y 10 minutos, la de «plata» fue para Aznar, con 10 horas y 40 minutos, y el «oro» fue al cuello de Rodríguez Zapatero, con una marca de 14 horas y 35 minutos. Momentos tensos Fueron muchos los momentos tensos y, en determinados casos, el ambiente en la sala se hizo irrespirable. El 27 de julio, el diputado del PP Jaime Ignacio del Burgo espetó al inspector jefe de Estupefacientes de Avilés, Manuel García: «a usted se le escapó, se le fue, estaban preparando el atentado casi a su vista y no lo percibió. Se le pasó que tenía delante de sí la posibilidad de haber desentrañado, posiblemente, uno de los atentados más terribles que hemos padecido». El policía respondió: «a los familiares de las 192 víctimas quiero pedir perdón si en algún momento he tenido algo que ver por negligencia. Yo no he participado para nada en este tema». Y se fue llorando. Hubo también frases lapidarias y dos tienen el copyright de Aznar y Zapatero. El ex presidente proclamó: «No creo que los autores intelectuales de esos atentados anden en desiertos muy remotos ni en montañas muy lejanas». El actual jefe del Ejecutivo replicó: «(los autores) no estaban en desiertos remotos ni montañas lejanas, vivían en Lavapiés, Leganés y Morata de Tajuña». Aunque las palabras que entrarán en la historia serán las de Pilar Manjón, presidenta de Víctimas del 11-M, cuando preguntó a la comisión: «¿De qué se reían, qué jaleaban, qué vitoreaban en algunas sesiones?». «No creo que los autores intelectuales de los atentados anden en desiertos muy remotos ni montañas muy lejanas» JOSÉ MARÍA AZNAR «Los autores no estaban en desiertos remotos ni en montañas lejanas, vivían en Lavapiés, Leganés y Morata de Tajuña» J.L. RODRÍGUEZ ZAPATERO «¿De qué se reían, qué jaleaban, qué vitoreaban en algunas sesiones?» PILAR MANJÓN

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