Atraer para profundizar
Una realidad dentro de la competición, es que los equipos que son capaces de imponer tanto estilo, como ritmo de juego suelen ser los que se llevan los partidos. Ayer fue un claro ejemplo de ello en el Reino de León. Un inicio a un ritmo de juego altísimo y una presión alta. Los primeros minutos marcaron la pauta, no sólo de los primeros momentos, sino del resto del partido.
La Cultural como es habitual desde esta temporada, volvió a utilizar una estructura ofensiva 1-4-4-2, aun con la baja de Héctor. Luque de nuevo empezó en la parte izquierda, aunque en los mecanismos ofensivos se apreciaba claramente la intención de fijar y atraer defensor con él mismo, para liberar espacio en la posterior la ocupación en espacio libre del lateral de su lado Castañeda, sin duda el gran favorecido por este tipo de ataque, y por la ausencia de ayudas defensivas al lateral derecho del Vetusta, cuando le generaban dicha superioridad por fuera. Hasta que corrigió este ajuste el técnico del equipo ovetense pasaron varios minutos, en los que Castañeda ya había aprovechado para llegar liberado por fuera varias veces finalizando con centro, en una de estas acciones Luque recogió el balón y en su disparo forzó el primer penalti.
También supo aprovechar las acciones a balón parado el equipo leonés. En una de las primeras, de nuevo Castañeda aprovechaba un aclarado para ir a buscar el balón en zona de remate, y fruto de ello ser derribado. De nuevo penalti proveniente de un error grave que materializaba la Cultural y que dejaba el partido en una situación muy favorable, como decíamos fruto del ritmo de juego alto y de la profundidad generada en la zona izquierda.
El filial del Real Oviedo, quería proponer un ritmo más lento, con una estructura inicial 1-4-1-4-1 y de ahí que le sorprendiera lo contrario. Con el cuero no logró tener salidas de balón eficientes al campo rival. Sobre todo en la primera parte, sumado ello a defensas individuales por momentos que fueron penalizadas como decíamos, con la profundidad tras atracción rival.