Recursos diferenciales
Cuando los encuentros de igualan en otros aspectos, la diferencia la marcan los recursos de la plantilla. Y en esto los leoneses van holgados. Lo pone de manifiesto el hecho de que Pipo por ejemplo partiese en el banquillo y entrara cuando Kawaya se lesionaba allá por el minuto 29 de la primera parte. O que el equipo tenga a un central venido de un Primera como es Héctor Rodas. Además de todo esto tenemos la fortuna de presenciar cada fin de semana los partidos de un delantero como Dioni, al que la categoría evidentemente se le queda pequeña. En lo colectivo la situación cambia. Un equipo difícil de identificar en mecanismos ofensivos, con escaso ritmo de juego, y en el que no hay una unión entre la estructura, el modelo y la idea de juego con y sin balón.
La Cultural estructuralmente comenzó ayer como terminó en Soria hace escasamente 12 días. Un sistema inicial 1-4-4-2 en el que en relación al sistema del Langreo 1-4-1-4-1, fallaba en la ganancia de alturas ofensivas. Sergio Marcos y Rovirola eran bloqueados en la creación interior de juego por Muñiz y Jorge Hernández, lo que provocaba un excesivo juego entre centrales y con ello aparecían riesgos ante posibles pérdidas, como en una acción en la que Iglesias robaba el balón a Rodas, aunque con una deficiente ejecución de la transición defensa-ataque posterior. En otra acción del propio Iglesias en otra transición, provocaba la atracción de rivales en el área y liberó a Jorge Hernández para que este anotara el 0-1. Sin cambios en lo conceptual, el empate llegó en un centro lateral que Dioni hizo bueno con un gran gesto técnico en el remate.
La segunda parte apenas supuso la variación en cuanto a propuestas estructurales o de juego. La diferencia la marcó de nuevo una gran acción a balón parado de saque de esquina, en la que Sergio Marcos asistió a Héctor Rodas para que éste, en un aclarado anotase de cabeza y desnivelara el choque. El tercer gol vino en una acción ofensiva lado-lado, en la que Bravo puso el balón al área desde la derecha y en la que Araújo cerrando la zona de rechace en la izquierda, lo recogía y establecía el 3-1 definitivo.