Diario de León

Alfonso García

Valores y precios

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Las esquinas del agua no dejan de multiplicarse, conscientes posiblemente todos de su progresiva escasez. La evidencia no necesita argumentos. Los posicionamientos y estrategias para reivindicar su presencia y cercanía, su dominio y control en definitiva, no solo no cesan, generan ya agrias disputas. La reciente cotización del agua en bolsa pone sobre el tapete algunos asuntos muy serios y azuza la teoría marxista, cuyo debate no tiene fin, sobre la transformación de valores en precio. Difícil y complejo asunto.

El mayor problema del agua es saber gestionarla. La escasez de nuestro bien más preciado es hoy una realidad y una amenaza. Este es, muy en síntesis, el panorama en que el agua llega a la bolsa. Con sus defensores y detractores, el llamado mercado de futuros –se compran los derechos sobre una cantidad de agua en un futuro, a precio fijo- ya está aquí. Las preguntas que surgen ante tal circunstancia son múltiples y variadas, la ya inicial del hecho en sí mismo. Y la incidencia en los productores. Pero hay una que a servidor le parece especialmente obscena y peligrosa: ¿Habrá reventa?

El escalafón de valores sobre todo, nulo o minimizado el de precios, ha de estar presente en la gestión. Sencillamente, no se puede valorar lo mismo el agua para la vida que para una piscina. Y teniendo en cuenta que unos dos mil millones de personas en el mundo tienen serias dificultades con el agua –no llegan, ni de lejos, al “mínimo vital” exigido-, derecho humano según una resolución de Naciones Unidas, aunque haya aumentado la población que la gestiona mejor, según la OMS. Hay que incidir más seguramente en la cadena, consecuencias y costes derivados de un mal saneamiento, otro de los puntos controvertidos. ¿Cuántos millones de personas no pueden llevar a cabo la práctica que con la pandemia se ha vuelto imprescindible, el lavado frecuente de las manos?

Las noticias se convierten con frecuencia en alertas. Tal esta, a mi juicio, acentuada por las previsiones e irresponsabilidades del cambio climático. Negar la evidencia es un importante retroceso. A este ritmo el agua cambiará en el futuro muchos comportamientos y será causa de no pocas y durísimas guerras. Los movimientos poblacionales serán inevitables, alejados pueblos, tribus y comarcas enteras de los puntos de abastecimiento. Posiblemente estemos a tiempo, sin olvidar que la solidaridad ha de ser uno de los pilares que mueve el mundo. Unos pocos intentarán vender el aire que respiramos.

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