Diario de León

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Estamos a tiempo se inventó como muletilla para armar el maletín de urgencia de los diferentes gobiernos que en esta tierra han sido desde hace casi medio siglo. No llegamos tarde porque todavía estamos a tiempo desde aquellos postres en los que Peces Barba y el ínclito Martín Villa —si me lo permiten los guardianes del PP de San Andrés— dibujaron el mapa autonómico con el rigor histórico de una serie de Netflix, sin dar salida a León hacia los puertos desde los que en su día se aventó el reino que Pelayo le negó a los moros. El lugar común sale al rescate cada vez que el poder o sus validos se descubren en renuncio. Siempre queda tiempo, como con Biomédica o la escuela de pilotos, aunque apenas resten 15 hojas al taco del calendario para descontar el cierre, como se excusó esta semana, cuando el Gobierno y la Junta se desperezaron la galbana de los últimos cuatro años al encontrarse en la portada del periódico desnudos en la información, firmada por Luis Urdiales, en la que se desvelaba que no han presentado ni un solo proyecto para desarrollar en León el corredor Atlántico. Dentro de los 30.000 millones que dispone el plan plurianual 2021-2027, la provincia ni siquiera juega un número al sorteo del futuro que anuncia la financiación de la UE para definir las autopistas logísticas de mercancías. Nada que no se hubiera barruntado hace más de una década, cuando se movió el eje para que pasara por Valladolid y Burgos y el enclave leonés quedó como segundo plato, condenado a la capilarización, que suena a viaje a Turquía por mucho que rice la onda del verbo el consejero de Fomento, Juan Carlos Suárez-Quiñones.

La falta se apunta con la misma indolencia que, durante años, se usó para justificar la ausencia de presentación del polígono ferroviario de Torneros a la convocatoria de los anteriores planes Conectar Europa. Nunca hubo lugar. Siempre faltaba algo, como justificaba el mismo PP que ahora alza la voz para criticarlo o el PSOE de Javier Izquierdo, más entretenido en volver a poner a Luis Tudanca a repartir pizzas para quedarse como candidato que en atender las reivindicaciones leonesistas, tan victimistas siempre. Mientras, esta semana Sariegos acabó por cerrar el anillo de ayuntamientos del área metropolitana que, junto a León capital, reclaman la Autonomía Leonesa y ya suman más del 50% de la población provincial. Estamos a tiempo.

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