Diario de León

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Encontraron al bebé en el fondo del río. Y fueron los padres quienes le lanzaron al agua. Fue en Husillos, una localidad palentina de apenas 300 habitantes. Un pueblo como otro cualquiera de los cientos, miles, que hay por España Ese fue el lugar de la tragedia que ayer se convirtió en noticia. La propia pareja, una mujer de 23 años y un hombre de 29, reconoció haber sido la autora de algo tan macabro.

Sabe Dios lo que pasaría por la cabeza de ambos cuando decidieron tirar a su hijo de apenas dos semanas de vida al río; pero hay cosas que no tienen justificación posible. Y ésta es una de ellas.

Alguien me dio una vez un consejo muy sabio que no recuerdo textualmente pero que venía a decir que antes de juzgar a nadie por algo que ha hecho, conviene saber qué es lo que le llevado a esa acción. La persona que me lo dijo me ponía un ejemplo claro: «Imagínate que vas conduciendo y, de repente, se acerca un coche por detrás, pitando y haciéndote aspavientos mientras realiza una arriesgada maniobra que casi te lleva a la cuneta». La primera reacción de la mayoría sería de enfado y rabia. «Ahora imagínate que sabes que esa persona lleva a su hijo muy enfermo al Hospital intentando salvarle de la muerte». Ahora la cosa cambia, ¿verdad?.

Resulta una buena práctica intentar ponerse en el lugar de los demás y darnos cuenta de que no siempre somos el foco de atención, ya que la mayoría de las veces conviene no tomarse las cosas como algo personal porque, simplemente, no van con nosotros. No somos el ombligo del mundo, aunque en ocasiones nos lo parezca.

Intento aplicar ese sabio consejo cuando alguien ha hecho algo que me saca de quicio, que me ‘toca’. Sin embargo, hay cosas que no pueden entenderse ni aún poniéndote en la piel del otro. Y ese es el caso del bebé de Husillos. ¿Qué pudo llevar a sus padres a arrojarle al río? No se me ocurren motivos. Lo único que pienso es que esta sociedad está enferma y que si unos padres son capaces de matar a su hijo, ¿qué no son capaces de hacer? ¿Lo habrían hecho con alguien que pudiera defenderse? Un caso más de maltrato a la infancia que deja bien claro que algo hay que hacer para detener esta locura.

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