Mejor prevenir
Al sistema nacional de salud le pasa algo. Y no es nada nuevo. Sabemos que el español es uno de los que mejor funciona del mundo y que ha sido modelo a seguir por varios países. Algo que a nosotros nos resulta tan cotidiano como ir al médico y que nos atienda ‘sin pagar’ es inalcanzable para muchos en otras partes del mundo porque no tienen la opción de entrar en una consulta a la primera de cambio.
Ahora bien, rara vez es oro todo lo que reluce y de nuevo el debate sobre el tercer pinchazo de la vacuna contra el covid vuelve a poner en la línea de fuego a un sistema que suele salir a la palestra con asiduidad. Sanidad calcula que deberá inocular una tercera dosis a unas 110.000 personas cuyo sistema inmune no funciona como debería; una dosis de recuerdo ‘porsiaca’.
Y digo yo que es lo correcto proteger a la población contra el virus y la vacuna puede ser un buen remedio. Ahora bien, me llama la atención que se hayan destinado miles de millones de euros a algo que se podría haber evitado en, al menos, muchos casos. ¿Qué tal si los sistemas nacionales de salud se enfocasen en enseñar a la población cómo cuidarse y cómo tener un sistema inmune fuerte que luche contra las enfermedades cuando toque? Quizás el problema es que estamos mucho más enfocados en la enfermedad que en la salud. A lo mejor es una cuestión de intereses porque, digo yo, que sale mucho más barato prevenir que curar y, además, suele dar mejores resultados.
Y esto es así en todo el mundo. Nos enseñan miles de cosas dudosamente prácticas para la vida real y nos llenan la cabeza desde pequeños con ideas y procedimientos que más bien poco nos van a servir cuando seamos adultos. Mucha teoría, pero poca vida práctica. Esto es un fiel reflejo del sistema educativo, pensado hace décadas y que no es capaz de progresar al mismo ritmo que las necesidades sociales pese a las muchas reformas que ha sufrido. Aquí también me pregunto si no será por intereses que se nos escapan al grueso de los ciudadanos.
El caso es que el sistema de salud podría enseñarnos a cuidarnos más y mejor y no solo tratar de atajar la enfermedad cuando ésta se manifiesta. Sería una buena manera de gestionar mejor nuestros recursos.