Sanidad rural y agua de borrajas

La última de Sanidad es que quiere crear 127 consultorios «altamente resolutivos» en la provincia. Y digo última porque estoy segura de que, al igual que ha pasado siempre, vendrán más planes rimbombantes y que suenan estupendamente bien para —como no se cansan de repetir— acercar la sanidad a los maltrechos pueblecillos. Vaya, qué majos estos mandatarios, que siempre se acuerdan del mundo rural en sus discursos. La pena es que muchas veces se queda en eso, en palabras que leen sobre un papel y que no van más allá porque se quedan en agua de borrajas. Una vez más.

A mi me pone negra tanta palabrería y tanto anuncio para figurar. Sufro en mis propias carnes lo que es la Atención Primaria en un pueblo y puedo hablar con conocimiento de causa. Los que mandan no lo sé.

El consultorio de mi pueblo sigue cerrado desde que comenzó la pandemia y de eso hace ya más de un año. Sí, que el médico nos atiende cuando lo necesitamos pero hay que desplazarse en la mayoría de los casos y a mi me da un poco igual, pero no sé si todo el mundo, especialmente los mayores, piensa lo mismo. Mi médico me atiende de forma diligente con su característica voz pausada pero me queda claro que lo suyo fácil no es. La Atención Primaria es mucho más que necesaria. Es imprescindible este primer escalón de la asistencia sanitaria y hace falta un enorme refuerzo para que todo marche como debería. Lo que no me queda claro es si las instituciones están dispuestas a comprometerse de verdad, a dejarse de anunciar y ponerse a hacer. Porque, aunque no se puede generalizar, los políticos van sobrados de ego, pero muy necesitados de compromiso, de integridad y de mirar más por los demás que por sí mismos, que a eso llegaron a donde están. No se olviden

Esos mini centros de salud de los que ahora habla la Gerencia suenan bien, no lo voy a negar. Tan bien como lejano y abstracto. Aquí ya se ha hablado de todo, desde los rumores de cerrar los consultorios —total, si la gente vive en las ciudades ¿no?— hasta planes mastodónticos que pretenden colocar en el centro del tablero el cuidado de los ciudadanos. Suena bien, pero lejano y abstracto. Otra vez