EDITORIAL | Un año más, sin la necesaria solución
Un año más, con las competencias impropias de la Diputación de León sin la necesaria solución
La Diputación Provincial prepara sus presupuestos para 2020 y un año más lo hace sin resolver un problema histórico. Arrastra desde hace literalmente décadas un conflicto de competencias impropias que, a pesar de las reiteradas reclamaciones, nunca ha sido atendido por parte de la Junta.
Las instituciones provinciales asumieron hasta la Democracia una especie de papel subsidiario ante la ausencia de unos servicios fundamentales como son los educativos, sanitarios o sociales, que hace casi cuatro décadas ya quedaron encuadrados en el nivel de gobierno autonómico. Pero el paso del tiempo y las incontables batallas políticas no han servido para conseguir paliar una irregularidad que atenaza las cuentas de la Diputación. Las cifras facilitan un buen ejemplo de la realidad que se sufre a la hora de intentar invertir de la mejor manera posible los recursos. Es superior la cantidad económica empleada en pagar servicios que de acuerdo con la legislación le son ajenos, frente al dinero que se destina a los denominados planes de cooperación, que son los que sirven para distribuir las inversiones entre los diferentes municipios y juntas vecinales.
La Junta está obligada a sentarse de una vez por todas con la Diputación para estudiar la situación de sus centros sociales y de los distintos servicios que presta para que pueda centrarse en las que son sus verdaderas competencias.