Editorial | Debate confuso sobre los peajes

En la provincia de León, como en buena parte de España, la caducidad de los primeros peajes reabrió el debate sobre la penalización que supone en todos los órdenes la existencia de autopistas de pago. Aquí las consecuencias son evidentes, al complicar el acceso al mar, hacia Madrid o incluso el tráfico interior, con una León-Astorga que desvía los vehículos pesados hacia los pueblos de la N-120. La patronal, especialmente sus responsables de Transportes, suelen mostrarse contrarios a los peajes por perjudicar la competitividad al encarecer los costes. Por ello resulta llamativo que ahora se pronuncien a favor de algo tan sensible como la extensión de los pagos a la red de autovías, un deseo de los sucesivos gobiernos que nadie se ha atrevido a aplicar.