Editorial | El silencio no es arma contra el chabolismo

Resulta sorprendente la indiferencia con la que el equipo de gobierno del Ayuntamiento de León reacciona ante la situación en la que malviven 16 familias residentes en la capital en los núcleos de chabolas de Las Graveras y Altos del Duero. Hace más de tres meses que este periódico requirió sin éxito una respuesta a la concejalía competente, la de Bienestar Social y Juventud que dirige Vera López, con motivo de una información sobre el convenio que hace un año firmaron la Junta y el Secretariado Gitano con esta administración —entonces gobernada por las siglas del PP— y que permanece en el más absoluto de los olvidos por parte del gobierno municipal. Ahora es la oposición la que insiste en denunciar una situación que lleva 30 años pendiente de ser resuelta, con un comunicado en el que desvela que hace un mes que la Dirección General de Vivienda, Arquitectura y Urbanismo de la Junta espera respuesta del Ayuntamiento para poner en marcha este proyecto.

El silencio tras el que se esconde el PSOE en esta cuestión es incomprensible, más aún sabiendo que no habrá avances para que estas 70 personas tengan una vivienda digna si el Ayuntamiento no mueve ficha. Quizá es demasiado aventurado suponer que la concejala de Bienestar Social está al tanto de esta circunstancia —como es su obligación— puesto que la tramitación se llevó a cabo con la anterior corporación y a lo mejor el convenio se ha ‘traspapelado’, pero tanto si es por ignorancia como por desidia no hay excusa válida para no actuar contra estos dos focos de pobreza de la capital.