EDITORIAL | Una Universidad para ser más valiosa

La Universidad de León cerró ayer las celebraciones de su cuarenta aniversario con un homenaje centrado en los que han sido los protagonistas de esta dilatada e intensa historia. Son cuatro décadas de constante crecimiento, no exento de conflictos y dudas, que hicieron realidad un viejo sueño de separarse de la Universidad de Oviedo para disponer de un centro propio. De las limitaciones de 1979 a la importante infraestructura disponible hoy se ha pasado gracias al esfuerzo conjunto de un equipo humano y de una apuesta de las administraciones que debe mantenerse en el futuro.

Ese fue el centro del discurso del rector, Juan Francisco García Marín: «hay que seguir hacia adelante con nuevos proyectos y nuevos títulos de grado adaptados a las necesidades actuales, porque las profesiones van cambiando y hay que adaptarlos o crearlos nuevos». Y destacó que en los últimos tres años y medio se han cubierto un total de 199 plazas de personal docente y que están previstas nuevas ampliaciones en el corto plazo.

La ULE es una herramienta dinamizadora de primer nivel para la provincia y precisa de la mayor atención posible por parte de todos, y de un esfuerzo interno para ser mejor cada día. El contexto competitivo también llega a la enseñanza superior y el declive poblacional obliga a ofrecer calidad para poder mantener matrícula, la verdadera garantía para lograr grados.