93 metros

Cuenta María Ramírez en eldiario. es que David Beriain, el reportero navarro asesinado en Burkina Faso junto al cámara Roberto Fraile y el conservacionista irlandés Rory Young, le puso 93 Metros a su productora porque esa era la distancia que separaba la casa de su abuela Juanita del banco de la iglesia donde acudía a rezar. Juanita murió a los 98 años y David, que sabía que «a veces la historia más grande está en el lugar más pequeño», quiso recordarla así cuando se asoció con Adriano Morán, nieto del empresario de los cines de Ponferrada, para producir sus propios reportajes audiovisuales.

David Beriain, que había publicado al gunas de sus crónicas en Diario de León y en La Voz de Galicia durante su etapa como corresponsal de guerra, comenzó a rodar piezas más ambiciosas, de producción más lenta, que lograba colocar en la parrilla de canales de televisión como Discovery Max o Movistar. El ejército olvidado de la CIA en Vietnam, las maras de El Salvador, los pasos del narco Pablo Escobar en Colombia, fueron ‘historias grandes’ que le llevaron a visitar lugares peligrosos.

David Beriain era honesto incluso con aquellos que podían matarle. Nunca engañaba. Nunca usaba una cámara oculta para robar una imagen. Era, cuenta Morán en otro artículo, «una persona capaz de mirar a los ojos al demonio con sincera curiosidad y hacerle dudar», «un huracán de verdad» y «humanidad rotunda». En la serie Clandestinos, el título lo dice todo, llegó a entrevistar a un sicario acostumbrado a matar. ‘Señor, ¿cree que estoy a tiempo de cambiar?’, le preguntó el asesino.

Beriain estaba convencido de que contar lo que pasa ayuda a cambiar las cosas. Que «no hay historias pequeñas, solo ojos pequeños». Por eso también rodó en España sobre los percebeiros gallegos que se sumergen en el mar, o sobre el Palmar de Troya, una producción, dice Morán, de la que estaba orgulloso. Y por eso se fue a Burkina Faso, un lugar olvidado en el Sahel de África, para hablar de la caza furtiva en una reserva natural. Un territorio quebrado por la violencia yihadista, el hambre y la codicia, que nunca aparece en los telediarios, excepto el día en que un grupo de hombres armados asesinan a tres periodistas blancos.