Cobardes tontos

Dice Pérez Reverte que la frontera clave que divide a los humanos tiene como enseña la cobardía. Que al final es lo que marca la diferencia, sea cual sea el contexto. Y quizá cabe añadir un apéndice, en el que se sitúan los cobardes que son tan extremadamente tontos que creen que en su entorno no se dan cuenta de las cosas.

Quizá, con ese paraguas, es posible entender lo que ocurre en estos momentos. Con la tormenta perfecta que descarga granizadas en la cesta de la compra que, como bien dice el dibujante del Diario (Ramón), más que cesta ya es ‘gesta de la compra’. Facturas impagables de combustibles, luces y demás energías sobre las que ya no tienen nada que comentar aquellos que clamaban contra la pobreza energética en tiempos bastante mejores que los presentes.

El doble rasero es la herramienta de trabajo de los cobardes, y eso les permite decir cualquier cosa o tragar con ruedas de molino sin mostrar el mínimo atisbo de coherencia. Cabe hacer una excepción con los que no saben de qué van las cosas, pero el tufillo del interés asoma con demasiada rotundidad cuando se pone la etiqueta blanca sobre lo que es tan negro como las partes más íntimas de un grillo.

Por eso es de agradecer lo ocurrido esta semana con el máximo responsable de la Universidad de León. Puso en claro que la demanda de una Facultad de Medicina sigue viva. Los oportunistas de siempre se han subido corriendo al tren que ha puesto en marcha Juan Francisco García Marín. Es posible que acabe relegado a una vía muerta, pero al menos, de la mano de la UPL en el Ayuntamiento de León, veremos cómo se retratan los partidos grandes, esos que tienen algo que decir como ocupantes de los despachos de la Junta y del Gobierno.

De los trenes está todo por aclarar. Lo de Trobajo del Camino también se envuelve en silencios. A la alcaldesa Camino Cabañas la han dejado muy sola sus compañeros de partido en León y provincia. Todos puestos de perfil.

Estos días escribía un ‘tribunista’ sobre Cataluña que pensar que la UE va a cambiar las fronteras de un país a estas alturas era un auténtico imposible. Quizá como pensar que se va a cambiar el mapa autonómico... Pero, para pedir que resucite la Mesa por León no hay valientes... Esa, en la que no hicieron un hueco a la Universidad...