Diario de León

Creado:

Actualizado:

Una de las bondades del viajar es la oportunidad de adentrarse en cosas diferentes. Conocidos son los dichos y tópicos en torno a esa acción de apertura de miras que, en el fondo, a todos nos viene bien de vez en cuando. Desde ese punto de vista quizá pueda resultar decepcionante cruzar la frontera más próxima que tenemos. La de Portugal. Los míticos Tras os Montes tienen mucho de prolongación de tierras que son primas hermanas. Como se dice de los vascos, navarros o maños, aquí también cabe buscar puntos en común entre Valdeorras, Sanabria, Cabrera, Bierzo, sur de La Bañeza...

El mundo se acelera o más bien los fenómenos que se deciden por la mano del hombre. Y las decisiones hacen bueno el efecto mariposa desembocando en unas consecuencias drásticas con cada paso adelante o hacia atrás.

En Sanabria disponen ya hasta de AVE. Y ser paso en el vial de las Rías Bajas al resto del mundo le impulsa de un modo más que notable, haciendo que la vieja villa de caserones que era Puebla se haya transformado en un pujante enclave de hotelería y hostelería. Nada como combinar recursos propios con ser lugar de tránsito. Como probablemente debería ocurrir con León.

El sábado conocí un poco por casualidad un lugar diferente. El llamado Riohonor de Castilla, en su parte española, y Rio de Onor en su tramo portugués. Uno de esos enclaves míticos, como todos los que acogen una frontera en medio de la nada.

Ver aquello, empezando por la pésima carretera de acceso desde el lado español, da toda la razón a los que reivindican la León-Braganza desde hace mucho tiempo. O al menos ese minitramo entre Sanabria y Braganza, a donde llega la autovía lusa desde Oporto y el puerto de Aveiro. Sería poner al noroeste en el eje de las comunicaciones construyendo una cantidad ridícula de kilómetros, al menos con una carretera.

Estos días vuelven las ‘manos negras’ con la valenciana Oltra, el alcalde leonés al que enmiendan la plana en la Muralla.. Este tipo de pronunciamientos me recuerda cuando, siendo un chaval, en casa bromeaban sobre la «confabulación judeo-masónica» que aireaba con frecuencia el franquismo para buscar culpables. Parece irresistible el hábito a señalar hacia afuera... Pero cabe preguntarse si alguien se ha molestado en ir a Riohonor... o sólo tienen tiempo en el PP y el PSOE para las refriegas y traiciones. La sabiduría popular dice que ‘el que no llora no mama’... y aquí llevamos mirando el ombligo demasiado tiempo. Y buscando culpables foráneos...

tracking