Diario de León

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No le perdonan al alcalde que apoyara la vía autonomista para León, que se enfrentara a Ábalos y que quiera ser de nuevo el secretario local del PSOE. Le han convertido en el Ayuso de la Comunidad y corren el riesgo de que consiga mayoría absoluta y obtenga para Morán la Diputación, pero a algunos parece darles igual.

Javier Velez, presidente provincial del PP, puede ser la nueva ambición rubia en ocupar el sillón del Palacio de los Guzmanes si desde Ferraz no ponen sentido común a la pelea. Que había afiliaciones que llegaban con aires bercianos ya lo sabíamos, pero que a cuatro días de la asamblea se montaría una jarana con la hija de Fermín Carnero era demasiado exótico como para creerlo.

No es en vano la elección que han hecho ‘las bases’. Toda la cúpula del PSOE provincial y autonómico ha querido demostrar que aquí lo único que les importa es volver a sepultar León bajo la amalgama de Castilla, que no se nos olvide a todos quién fue el  pater  para la construcción de este artefacto, que es la Consejería de Empleo la que mantiene su fundación ??? y aquello que se dijo entonces sobre la oficina de colocación. Es todo muy elocuente.

El problema que le surge ahora al partido es que si el aparato gana, el partido pierde y si el aparato lo hace, lo harán todos. No hay pecado más grave que el de la soberbia y en medio de una crisis como la que tenemos encima, más que un pecado es una insensatez.

Pensar que el alcalde es el responsable de que el PSOE haya perdido frente a la UPL en las elecciones autonómicas es tomar a los leoneses por idiotas, otro pecado de orgullo que hay que redimir para que la crisis no vaya a más. Será difícil reconducir la pelea, pero no parece razonable que el rencor pueda dilapidar al mejor activo que tienen para no perder una de las capitales que más trabajo les ha costado ganar.

Si José Antonio Diez abandona el partido, volverá, no hay duda. Ya hay antecedentes similares, pero el descrédito tardará en regresar a quienes le han obligado a irse. Lo peor de todo es que era innecesario.

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