Diario de León

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El rechinar de dientes llegará cuando se vayan los turistas, los que finalmente aterricen en España a pesar de las trabas. Ahí, a la vuelta de septiembre, nos espera el llanto y el rechinar de dientes. La mayoría seremos expulsados del Reino y una generación que lo tuvo todo tendrá que retomar un camino desconocido para superar este gran crack que China nos ha hecho padecer diez años antes de lo previsto.

Porque ¿qué pasará cuando acabe el estado de alarma y las empresas tengan que retomar una actividad menguada con los mismos costes laborales? ¿O es que alguien piensa que el trabajo puede mantenerse en un impasse virtuoso? ¿Tú? ¿de veras? pues entonces es que crees en la magia, que no es más que el juego con el que el poder nos mantiene al margen para que no molestemos.

La realidad es que las empresas que se hayan acogido a un Erte de fuerza mayor estarán obligadas a mantener a sus empleados durante seis meses, ¿aunque hayan tenido que cerrar? ¿a pesar de que las deudas les obliguen a empezar con su futuro empeñado? ¿y si los clientes no acuden ya porque ellos, también, están en bancarrota?

Hay muchas preguntas y el silencio es demasiado abrumador. Nadie sabe lo que ocurrirá el día después, aunque podemos vislumbrar el mundo que se nos acerca como un profeta oscuro. Nuestro problema es el mismo que los troyanos tenían con Cassandra. Estaba bendecida por la capacidad de conocer el destino y maldita por la ceguera e incredulidad del resto.

Nadie la hizo caso y Troya desapareció hasta convertirse en una leyenda. Como los troyanos, queremos creer que esto pasará, que hemos ganado la batalla, que, como dice el Gobierno, de esta saldremos más fuertes. Lo que demostramos con es que somos todavía un país menor de edad, incapaz de darse cuenta de que, aunque hayan pasado cien años, seguimos solos en el campo de batalla, que la gangrena se hará fuerte en alguna parte de nuestro cuerpo, como familia o como sociedad, y que cuando llegue, los héroes que nos han librado de la pandemia no podrán hacer nada por nosotros.

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