Diario de León

Creado:

Actualizado:

El Bierzo es un lugar mágico, tan bello y con tanta riqueza que los dioses decidieron que sus habitantes debían pagar un peaje. Fue así que, desde entonces, se sacan de la chistera políticos sin igual, todos caracterizados por un talento y capacidad de servicio fuera de lo corriente. Pueden poner todos los nombres que quieran, cualquiera vale, son tan inusuales que cualquiera diría que los ciudadanos a los que representan se les parecen. Es solo que no. Conozco tantos bercianos como leoneses o casi —incluso tengo familia— y ninguno de ellos se asemeja a los líderes que asoman de manera inveterada por la provincia de Gil y Carrasco. Como la ironía no se entiende, añado que mientras la corriente de la inteligencia ciudadana es soberana allende el Manzanal, lo que les fluye a los vividores de la cosa pública se produce a través de las aguas residuales.

El último en sumarse a la gran lista de la inapetencia intelectual es el alcalde de Ponferrada, cuya candidatura ha vuelto a ser oficializada por el PSOE. Creen que en esta ocasión los votantes le van a apoyar por la misma emoción que él ha despertado en los últimos años: desidia y cobardía. Aún estoy esperando que el primer edil del Bierzo diga algo sobre el maltrato a una de sus paisanas, aunque creo que ya ha quedado claro que el mismo que quiso sacar rédito de la tragedia de Nevenka es incapaz de decir nada sobre un presunto intento de asesinato. ¡Valiente! Oye, Olegario, qué gallardía la tuya, de verdad, que da gusto lo feministas que sois los del PSOE en León, ni un gesto, ni una declaración, ni una sola inconveniencia, que eso de defender a la mujer y los lunes sin sol debe ser con todas menos con las víctimas que se llaman Raquel y se apellidan Díaz. Yo quiero que me representen hombres tan audaces y heroicos como Olegario Ramón, capaz de cualquier cosa, hasta de poner en peligro la Alcaldía con tal de defender a una mujer muerta en vida. Los demás —PP, Podemos y CB—sois iguales, sólo que aún no os han dado tiempo de mostrar vuestro arrojo y dignidad.

tracking