Diario de León

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Se rifaba una mujer en un cartel de una cantina. Nadie lo veía pero había muchos que participaban de este sorteo macabro. Los que en teoría tienen la obligación de defendernos son los que en un chat se encargaban de demostrar hasta qué punto España sigue siendo un país en el que se consiente al comercio esclavo si lo que se compra y se vende es una puta. Los hay que aún defienden la libertad como argumento para legalizar que una mujer se resigne a ser objeto al que violar y denigrar a cambio de dinero. Cada vez son menos, pero aún los hay que consideran que la prostitución es una profesión y que hay que regularla. Todos ellos no tendrán entonces reparos en aceptar que un grupo de militares haga escarnio con el comercio del sexo, que personas cuya profesión es servir se sirvan de un ser humano con el fin de lucrarse —el dinero iba a destinarse a unas fiestas— a través de la miseria. Porque es miseria lo que mueve a las mujeres a prostituirse, a venderse, a permitir que las insulten, que las vejen, que las traten como a escoria, porque es la miseria de la sociedad la que permite que los puteros tengan aún el caché para presumir de someter y violentar a un ser humano.

Había fotografías de esa mujer en la cantina, pero nadie las veía. Nadie reparó en ellas, puede que porque todo lo que forma parte de nuestra vida cotidiana se vuelve invisible, como las mujeres que la sociedad pone en almoneda. La pobreza no es sólo un asunto económico. Todos la compartimos, hasta los periodistas que han titulado poniendo el estigma en la víctima en lugar de en los agresores. Colocar el énfasis en la palabra prostituta provoca una epifanía perversa. Ya no se juzga la conducta de los militares sino la de la mujer. Hasta ese punto el machismo impregna la médula de nuestra sociedad. Ya no es una mujer, ya no tiene rostro, ni familia, ni emociones, ni mucho menos sentimientos. Ya no es una mujer, es una profesional del sexo y, por lo tanto, la carga de responsabilidad se difumina y los hombres que se la rifaban, desaparecen.

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