Quien quite el IBI gana

Es una indecencia. Sin más. Es una indecencia que en León paguemos mas de IBI, de contribución, que en ciudades como Madrid o San Sebastián. También pasa en San Andrés. En el alfoz oeste de la capital, el impuesto da vergüenza ajena, es tan alto que parece que lo cobra el sheriff de Nothingham, y ya saben como acabó la cosa.

Cada noche me voy a la cama con la misma letanía, líbranos del invierno señor, líbranos de la noche —dirían en  Juego de Tronos — que es oscura y está llena de monstruos. Los primeros dragones están a punto de aparecer en forma de pagos a la comunidad, que pueden multiplicarse por cinco y por seis, y todo eso en una provincia en la que la mayoría vive de su pensión o de un sueldo mileurista. Se avecinan bastos, pero la buena noticia es que tras un invierno de escasez se avecina la primavera de las municipales. No estaría de más que los candidatos en liza pusieran flores a María y celebraran su virginidad política retirando la contribución por razones de fuerza mayor.

Puede que sea populista —lo sé— incluso, vulgar, pero lo que nadie puede negar es que sería efectivo. Aunque, claro, también puede pasar como con Francico Fernández, que les quitó a los vecinos del Crucero el paso a nivel y se lo pagaron votando a Antonio Silván.

Nunca se sabe con los votantes, que te prometen el oro y el moro y luego meten en la urna lo que les sale en el momento. Por eso, lo mejor es templar gaitas con las cosas de comer, que quien nos quite la cuota del IBI de octubre y luego la de mayo tendrá más contentos a sus votantes y a los de enfrente.

Esta recomendación es gratis, que no cobro nada por mis grandes ideas, aunque yo me vendo al mejor postor, que luego no vengan con que eso de que  cuento con tu voto ¿verdad?  Además, haré proselitismo activo, que no hay nada mejor que saber que si votas puedes tener premio, vamos, que ya que tienes que ir hasta el colegio electoral en un día soleado al menos tendrás la ventaja de que te den algo de dinero a cambio de devolver el casco.