¡Soterrar ya!
La candidata no se atrevió a decírselo personalmente y mandó a un lacayo. Así que, por orden de la superioridad, el ayuntamiento procederá a retirar las pancartas en las que los vecinos piden a Adif su derecho a vivir por encima de la tierra, a respirar y ver el sol de vez en cuando. Eso es más o menos lo que reivindican los carteles que recuerdan cada día que la brecha de Trobajo del Camino corre el peligro de convertirse en las venas abiertas de León a su paso por Camino Cabañas.
De los directores de Saco a diez mil personas a las calles , llega ahora Lo hago en cumplimiento de la ordenanza , una película en la que la censura tiene todas las de perder —página 13 del periódico de hoy— y que no hace sino dejar en evidencia una vez más que los paisanos agradan hasta que estorban. Y eso, a cuatro meses de las elecciones.
Con lo bien que iba la alcaldesa, que se plantó ante uno de los dos Jimmy Hoffa que siempre ayudan a los paisanos de León — el otro es la CHD— para luchar por nuestro derecho a salir de la topera en la que pretenden meternos, y va y acaba de esta manera... Camino, si es que hasta tu nombre predecía que sólo tú conseguirías torcer el brazo de los de la infraestructura ferroviaria de turno, hasta que decidiste que había que elegir entre el partido o tus vecinos, que es lo mismo que decidir entre tus vecinos y tú, y claro... tú venías a servir, como todos los demás que pierden dinero en la política y por eso prefieren pervertir su dignidad antes que echar de menos el momio.
La alcaldesa de San Andrés ha mandado quitar los anuncios que le recuerdan cada día que ha vendido su alma al partido, que nunca sacará a nadie a la calle y que las caretas se han caído. Nos queda mucho por ver, pero todo lo sabemos ya. Y lo malo es que ellos, también. Por eso ni siquiera se esfuerzan por mostrar más que la cara que Dios nos ha dado a todos. La mala noticia es que, aunque finalmente se retiren los carteles, todos pensaremos lo mismo al pasar por el puente de Miguélez. ¡Soterrar ya! es el nombre de la calle por la que pasa la indecencia.