Editorial | El bloqueo al rastro de León es antisocial

Este domingo tampoco habrá rastro en Papalaguinda. Casi medio millar de familias que viven gracias a esta fórmula de venta de gran popularidad entre los ciudadanos deberán permanecer ‘confinados’ sin la posibilidad de volver a las calles para retomar la actividad. Desde marzo permanecen sin poder instalar sus puestos con un evidente daño económico a hogares entre los que hay bastantes a los que la situación se hace cada vez más complicada. La decisión de no dialogar de modo eficaz por parte del equipo de gobierno del Ayuntamiento de León supone un gesto totalmente antisocial. El grupo PSOE-Unidas Podemos está dejando sin forma de vida a varios cientos de familias por su incapacidad para buscar fórmulas de solución adecuadas, a pesar de que se trata de un tema que lleva sobre la mesa desde hace semanas. León se merece un gobierno municipal que sea capaz de resolver los problemas de sus ciudadanos.