Editorial | Sin boleto, fijo que a León no le puede tocar la ‘lotería’ del desarrollo europeo

Llevamos muchos años escuchando la importancia que tienen los planes europeos de transporte, que contarán con partidas millonarias a través de unas redes en las que el noroeste quedaba en principio marginado. Se han sucedido un buen número de reuniones de agentes económicos y de representantes institucionales, en las que se denunciaba el abandono del noroeste y se proclama la importancia de hacerse un hueco a través de ramales del conocido como Corredor Atlántico, que se dirige desde Francia hacia Portugal por Burgos y Valladolid. Pero finalmente León no está presente en las previsiones de financiación del Conectar Europa diseñado para el periodo 2021-2027. Y resulta más inexplicable si cabe después de que se hayan sucedido los ejecutivos, tanto en la Junta como en el Gobierno, empeñando su palabra de que se solventaría a tiempo ese problema de falta de presencia del noroeste.

El examen de la hemeroteca no lo pasa nadie. Quizá la sociedad leonesa ha cometido una vez más el pecado de confiar en sus representantes, en sus explicaciones y en sus compromisos. Pero lo cierto es que se ha cumplido el viejo chiste del tacaño que acudía cada jornada a rezar para que lo tocase la lotería pero nunca compraba el boleto. León se queda una vez más fuera de un reparto de dinero y de infraestructuras que será fundamental durante la presente década, cuando presenta evidentes carencias —como en la línea ferroviaria hacia los puertos gallegos— para poder optar a ser un nodo real en el futuro del depósito y el comercio de mercancías.

La Mesa por León tiene una excelente oportunidad para tomar nota de la lamentable experiencia vivida. No llega con planes y reuniones marcadas por los compromisos. Sólo con papeles, con trabajo plasmado en luz y taquígrafos, y con acción política real ante las instituciones es cómo se pelea de verdad para que lleguen las infraestructuras. El problema una vez más ha sido que León en vez de trabajar activamente se ha quedado lastrado por su habitual tendencia a la queja inactiva. El desarrollo promovido por Europa parece que da la espalda a la provincia. Pero quizá lo real es que León da la espalda a su propio desarrollo.