Editorial | Cosecha clave para un campo leonés que aguarda la PAC muy endeudado

La amenaza que genera la nueva PAC al empujar a la rotación de cultivos eclipsa la que sería una sensacional noticia para el campo leonés, las previsiones de una cosecha récord de maíz. Las estimaciones elevan hasta 235 millones de euros la facturación, un 25% más que los 178 millones de hace un año, cuando ya se fijó un récord histórico. Todo este dinero genera un auténtico respiro en los cultivadores leoneses que están muy endeudados por las inversiones realizadas para la puesta en marcha de los nuevos regadíos o de su modernización. Pero ahí reside su principal temor. Si se lanzaron hacia esa aventura fue con la confianza de que los grandes rendimientos que genera el maíz les facilitarían la fórmula para pagar las letras de esas solicitudes de crédito que tuvieron que firmar para pagar las obras. Y ahora se prepara una PAC que entrará en vigor en 2023 que penaliza directamente al maíz, por ser un cultivo que precisa altos consumos de agua para regar las plantaciones. La política agraria europea que se ultima impulsa la rotación de cultivos, lo que impedirá repetir la apuesta por el maíz, y también los llamados ecosistemas, una fórmula novedosa para conceder las ayudas en las que primarán las prácticas más agroambientales, incluyendo el barbecho. Con ese panorama, una vez más se aventuran nubarrones sobre un campo para el que desde Asaja se prevé una crisis tan dura como la que se sufrió como consecuencia de la entrada en Europa en los 80.

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