Editorial | Diálogo urgente y eficaz para frenar la huelga

Hay ocasiones en las que pueden existir dudas sobre las razones de una protestas o de una huelga. Las cosas son opinables y resulta evidente que en un sistema plural y democrático todos los planteamientos son respetables. Pero parece admisible por todos que existe un conflicto grave derivado del alza de los combustibles, que supone el ejemplo más claro del grave problema generalizado por los desequilibrios económicos que genera una inflación desbocada, con los precios de la energía en niveles insostenibles. La huelga en las carreteras pone en evidencia que son imprescindibles medidas para evitar una crisis que puede ser demoledora. Hace tiempo que se empezaron a parar industrias que no podían soportar los precios de la energía. Lo de los combustibles es una ataque a la línea de flotación de decenas de miles de usuarios de vehículos para trabajar. El Gobierno tiene que tomar cartas en el asunto sin más dilación.