En Marcha la obra del últio tramo del AVE a Asturias

La historia del nuevo ferrocarril en la zona norte de España se escribe literalmente por décadas. Aunque se trata del tren de alta velocidad, al menos en lo que se refiere a las tramitaciones y a las obras todo lo ocurrido no podía estar más alejado de esa denominación. Es cierto que el AVE llega a León desde hace casi cuatro años, pero choca literalmente contra una barrera en forma de estación de fondo de saco que limita el número de usuarios y como consecuencia de frecuencias, ya que se priva de este servicio al Principado de Asturias, un territorio que acumula un millón de potenciales viajeros. Sobre la apertura de la Variante de Pajares ya resulta una pérdida de tiempo cualquier anuncio de plazos. Y lo peor es que en medio quedó pendiente una zona sin obra que aislaba ambos tramos, el Madrid-León y el de La Robla a Pola de Lena, sin solución de continuidad. Ahora arranca por fin esa reforma de la vía entre León y La Robla, para convertir en línea de alta velocidad los 21 kilómetros pendientes. La reforma es complicada porque no se trata de una variante y por lo tanto su mejora y adaptación —en todo tipo de órdenes— se tendrá que realizar con la vía manteniendo activo el servicio.  

Para León la puesta en marcha de este tramo, utilizando el llamado tercer hilo para compatibilizar trenes de ancho ibérico y europeo, supondrá un paso fundamental para lograr que su presencia en la red de alta velocidad gane peso. El éxito de viajeros obtenido hasta el momento debería extenderse de manera importante cuando Asturias y la provincia sumen sus potencialidades de uso del tren.