Editorial | Emergencia con la sanidad

La imagen de los lacianiegos caminando hacia Ponferrada se repetirá a lo largo de esta semana. Su marcha sirve para visibilizar un conflicto que amenaza con cronificarse en Castilla y León. La sanidad es un problema. Y muy grave. Desde hace años se arrastra una carencia de profesionales y unas listas de espera que nunca terminan por rebajarse, dos conflictos que son la punta del iceberg de un sistema en el que es imprescindible que echen el resto los partidos políticos. La Comunidad vive ahora un parón a la espera de que se cierre una fórmula para conformar el nuevo gobierno. Pero parece exigible que en el propio acuerdo, y desde el primer día de actividad, la sanidad acapare esfuerzos y se convierta en el centro de la acción política y de gestión. Parece claro que en los últimos años se ha perdido el tiempo en planes y contraplanes que acabaron fracasando. Sería interesante buscar una acción consensuada y eficaz.