Editorial | Fórmula sanitaria compatible con la economía

El Gobierno de Castilla y León decidirá hoy medidas de confinamiento que ayuden a atajar el alarmante crecimiento de la tercera ola de la pandemia de covid. Medidas drásticas que se anuncian en principio más breves que en la pasada primavera, pero que amenazan con rematar a las actividades más perjudicadas por tantos meses de cierres y restricciones. Ante la amenaza la patronal autonómica ha reiterado al Gobierno de Fernández Mañueco la propuesta de adoptar el modelo madrileño, que ha permitido mantener abiertos los negocios durante los momentos de mayores restricciones. El presidente de Ceoe Castilla y León llama la atención sobre la necesidad de compatibilizar los negocios y la salud, una ecuación que se viene intentando desde que la distancia social y el aislamiento se mostraron como las únicas herramientas eficaces para frenar los contagios en los momentos más álgidos de la pandemia.

Los empresarios admiten que se reduzcan los aforos o los horarios y piden cribados masivos a los trabajadores, pero claman por que no se cierren totalmente los negocios para poder mantener un mínimo de facturación que dé respiro a autónomos y empresarios que están ya al límite de su resistencia. O que lo han sobrepasado, y sólo sostienen la actividad gracias a las sucesivas prórrogas de los Erte y las ayudas públicas.

Y es en este último punto donde la patronal hace otro llamamiento desesperado: reclama que las ayudas sean a fondo perdido, no avales a préstamos, como hasta ahora. Porque tanto tiempo de inactividad hará que muchos de ellos no puedan ser devueltos, y al final las empresas acaben sucumbiendo.