Editorial | Habilidad para mejorar pueblos
La Diputación ha decidido alargar los plazos para la conclusión de las obras que financia en un total de 208 municipios de la provincia. La escasez de empresas interesadas, junto a la falta de materiales y su encarecimiento constante, complican unos proyectos que se financian para la mejora de las infraestructuras y servicios en la provincia.
Los plazos en las administraciones deben ser rigurosos y esa exigencia que plantea a los ciudadanos debe extenderse a las instituciones. Pero también debe existir una habilidad para amoldarse a los conflictos sobrevenidos. La burocracia no puede convertirse en un corsé que genera más complicaciones a las que de por sí existen en cualquier iniciativa. Lo ocurrido en la Diputación, y su decisión de facilitar las cosas, debe recabar el apoyo unánime. Los planes de inversiones son una fórmula real de mejora para el mundo rural que se contrapone a tanto anuncio que nunca llega.